Modernización y religión en ciudades emergentesestudio predicitvo en la ciudad de Arequipa Metropolitana, 2016
- ESTENOS LOAYZA, ALEJANDRO ECIPION
- José M. Pérez Adán Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir
Fecha de defensa: 2017(e)ko iraila-(a)k 22
- Pablo Emilio Garcia Ruiz Presidentea
- Juan Gomis Coloma Idazkaria
- Salvador Peiró Gregori Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
Asistimos, qué duda cabe, a una profunda transformación de alcance global en la experiencia de modernidad y religiosidad en la cultura actual. Transformación y no liquidación como habían vaticinado los profetas de la secularización, que aseguraban la privatización y disolución de lo religioso en las sociedades que se modernizaban, proceso que por lo demás, era indefectible. Dicho yerro, solo es posible de ser comprendido a cabalidad en el marco de la crisis y transformación de las sociedades modernas, las cuales desilusionadas por el incumplimiento de las promesas del progreso infinito, intentan abandonar sus premisas y utopías totalizantes, para aventurarse, en medio del desconcierto y la incertidumbre, en la búsqueda y experimentación de nuevas formas sociales de realización. Ello ha decantado en el reconocimiento y legitimización de diversas y múltiples formas de vivir lo moderno y no moderno, ya no parametrados —por lo menos teóricamente— por el modelo europeo y norteamericano. Particularmente, son las ciudades en acelerado proceso de modernización las que vienen experimentando con extraordinaria intensidad los efectos de dicha crisis y la transformación cultural; ancladas aún en categorías tradicionales y religiosas de comprensión del mundo, y que se ven voluntariamente sometidas al influjo modernizador de algunas de las instituciones típicas del mundo occidental, tales como la burocracia estatal, el mercado empresarial, y el desarrollo social; todas ellas sostenidas medularmente por los revolucionarios avances de la tecnociencia moderna. La ciudad de Arequipa, que aún conserva celosamente sus tradiciones es sometida a la vez, a este agresivo proceso de modernización económica y social, constituyéndose en un ejemplo paradigmático de ello. En ese contexto, nos pareció más que justificada la pertinencia de emprender un estudio sobre el proceso de modernización social en su vinculación con la temática religiosa y que habitualmente ha sido entendida por las ciencias sociales como una variable medular en la transformación de las sociedades tradicionales y su modernización, más aún porque señalamos, se trata de una ciudad muy devota y religiosa. De este modo, en el trabajo “Modernización y religión en ciudades emergentes: estudio predictivo en la ciudad de Arequipa metropolitana, 2016”, se intentó entender de manera general cómo se vincula la percepción o valoración de la modernidad con la vivencia religiosa de su población. En este propósito estimamos pertinente desplegar el análisis desde el ángulo de la racionalidad de las creencias y las prácticas modernas (contextualizadas genéricamente en las Teorías de la acción), lo cual a su vez, parecía demandar el ejercicio de una perspectiva interdisciplinar que integre en la mirada propiamente sociológica, el aporte de otras ciencias como la Historia y la Filosofía), en el marco del paradigma interpretativo que algunos han llamado postsecular o, de manera más propositiva, religamiento; y desde el cual desplegamos. Desde esa perspectiva ensayamos una revisión del proceso histórico y sociológico de la secularización de la sociedad y la cultura a caballo del examen de la transformación del pensamiento y la ciencia en la modernidad, y que por lo menos desde Weber, ha sido considerada como el eje vertebrador de la secularización cultural y social de Occidente. Luego, ensayamos una lectura histórico-sociológica de la cultura latinoamericana y peruana en sus diferentes periodos, empezando por el colonial, el moderno ilustrado, y finalmente el moderno tardío, comprobando su eficacia explicativa y comprensiva de los procesos de modernización en su vinculación con la dimensión religiosa de la cultura. En el marco de esas consideraciones teóricas se definió el cuadro conceptual de modernidad y religiosidad que condujo a la operacionalización de las variables, para luego realizar el posterior diseño de los instrumentos para el recojo de información de la muestra que alcanzó a las 1,401 personas . Sin dejar la línea de la racionalidad, definimos la modernidad en término de los imaginarios colectivos de autonomía y control, y para el caso de la religiosidad y la secularización observamos la pertinencia de definirla como un sistema de creencias y prácticas religiosas y cuyo declive o no, a diferencia del ámbito europeo, sí podría ser entendido en términos de secularización. Finalmente, en la discusión de los resultados y las conclusiones pudimos comprobar que la ciudad de Arequipa exhibe en su mayoría, junto con positiva percepción de lo que significa el ser moderno, una religiosidad que asume e integra dinámica, indistinta y originalmente los elementos de la modernidad, haciendo que ella no experimente una merma significativa en su vivencia religiosa sino una transformación en cuanto a la relativa fragmentación del campo religioso y su individualización. De este modo, las teorizaciones de Larraín, y Parker, y en un ámbito más amplio, de los comentarios de Habermas, Beck y Casanova sobre las modernidades múltiples y secularizaciones múltiples, resultan pertinentes en la medida en que señalan una apropiación original de los rasgos fundamentales de la modernidad, configurados en diverso grado e intensidad a partir de las tradiciones autóctonas y del propio mundo de la vida y la religión. De este modo, esperamos haber cumplido con otorgar una primera mirada general sobre la realidad religiosa de una ciudad en proceso de modernización como Arequipa y que pueda significar el punto de partida para otros estudios que requieran profundizar en este tema. De igual manera, creemos que este trabajo puede aportar luces para el proceso general de modernización que están experimentando ciudades con similares características sociodemográficas y culturales del mundo y que el BID, atendiendo a la dimensión económica y de desarrollo social, ha denominado emergentes.