Fotografía, arquitectura y educación. Una investigación basada en las artes visuales para una didáctica de la experiencia arquitectónica

Resumo

La historia compartida por la fotografía y la arquitectura puede ser narrada a partir del surgimiento de este medio de creación visual y del interés que despertó en los profesionales de la arquitectura como forma de representación. Desde el siglo XIX la fotografía viene definiendo la imagen del paisaje monumental, convirtiéndose en un instrumento fundamental para la mediación entre la arquitectura histórica y una audiencia internacional interesada por sus valores culturales. Ya en el siglo XX, la fotografía de arquitectura se convirtió en el medio clave de la comunicación y difusión de la arquitectura moderna, marcando las premisas que definirían la organización de la imagen contemporánea que hoy día copa portadas de revistas y publicaciones especializadas, inspirando las miradas que componen anuncios o videoclips y haciendo de las modernidades y las tradiciones constructivas un símbolo representativo e identitario de los paisaje humanizados. Esta historia visual y arquitectónica compone un sugestivo catálogo de recursos reconocidos por los ámbitos del pensamiento artístico y científico, la academia y las instituciones culturales. El reto consiste en articular la mirada arquitectónica para su aprovechamiento por parte de la educación artística, haciendo que la fotografía se convierta en una herramienta crítica y emancipadora para la enseñanza y el aprendizaje en el marco de la posmodernidad. La investigación se consolida en tres propuestas arte-educadoras: “Paisajes educativos”, “Every building on an artístic book” y “La fotografía enseña arquitectura”; contextualizadas en los ámbitos de la educación formal y no formal y llevadas a la práctica con alumnado de Educación Primaria y Secundaria, estudiantado universitario y público general. Esta investigación basada en las artes viene a proponer una nueva forma de pensamiento creativo y visual con el que indagar en la arquitectura y educar en sus formas, lenguajes, símbolos y simbologías. Se suma a las múltiples propuestas fotográficas que profundizan en su conocimiento, haciendo de la experiencia perceptiva la base sobre la cual interpretar sus espacios de una manera decididamente sensible y participativa. Sus claves se encuentran en la definición de una estructura flexible con la que dar cabida a múltiples perspectivas para reconocer, valorar y disfrutar de las arquitecturas como bienes culturales y patrimoniales, siendo las constructoras de los entornos locales que sostienen y dan cobijo a nuestras sociedades y colectivos.