Criterios de construcción de las huertas andalusíes el caso de Ricote (Murcia, España)
- Puy Maeso, Arnald
- Helena Kirchner Directeur/trice
Université de défendre: Universitat Autònoma de Barcelona
Fecha de defensa: 22 juin 2012
- Enric Guinot Rodríguez President
- Félix Retamero Secrétaire
- David G. Beresford-Jones Rapporteur
Type: Thèses
Résumé
Esta tesis tiene como objetivo identificar los criterios constructivos que emplearon los campesinos andalusíes de Ricote (Murcia, España) a la hora de levantar su espacio irrigado. Esto es, las preferencias que tuvieron a la hora de seleccionar el emplazamiento y el tamaño de la zona de trabajo, el proceso constructivo de las primeras terrazas y la rapidez con la que se construyó todo el espacio irrigado original. Los métodos empleados han sido la arqueología hidráulica, la elaboración de un registro topográfico, la prospección y excavación arqueológica y la geoarqueología. A día de hoy la huerta de Ricote se extiende la lo largo de 120 hectáreas y ocupa entornos topográficos muy heterogéneos. Está situada en una hoya, una llanura rodeada de montañas. Las terrazas irrigadas se extienden en zonas llanas y en vertientes, en áreas insoladas y de umbría, en espacios inundables y en terrenos con suelos más o menos profundos y salinos. La extensión actual de la huerta es el resultado de la incorporación al riego de espacios inicialmente rechazados. En 1613, por ejemplo, el sistema hidráulico ya tenía las dimensiones actuales. En 1495, sin embargo, solo ocupaba los terrenos más bajos, profundos e insolados de la hoya, así como amplios espacios inundables. Las laderas no habían sido aún roturadas. Para entonces, las acequias podían regar unas 50 hectáreas. El espacio original andalusí era mucho más pequeño y probablemente solo ocupaba unas 1,9 hectáreas. Los andalusies escogieron para emplazar el área de trabajo fundacional la falda de una de las laderas de la hoya. Era una zona muy insolada, situada a 1,2 kilómetros de la captación. Estaba protegida de las inundaciones y disponía de suelos gruesos y menos salinos que los existentes en los terrenos más profundos. El suelo escogido era muy alcalino y grueso, y sus características limitaban severamente las plantas que podían crecer de forma natural. Los campesinos lo desbrozaron de arbustos empleando fuego y lo aterrazaron. Utilizaron el mismo suelo quemado de la vertiente para construir las terrazas, muy anchas (entre 0,7 y 0,1 ha) y con muros bajos (<2 m). Durante el proceso constructivo invirtieron los horizontes del suelo y depositaron primero como relleno de la terraza el horizonte A, utilizando el Bk como superficie de cultivo. En total, habrían removido más de 10,000 m3 de sedimento para construir las parcelas de trabajo, probablemente ya operativas a finales del siglo VIII. Este estudio, en definitiva, reconstruye a partir del caso de Ricote todo el proceso inicial de selección, colonización y transformación de un entorno semi-árido en una zona de cultivo intensivo. El trabajo, además, muestra las posibilidades que ofrece la geoarqueología en la identificación de los paisajes preexistentes a la llegada de los andalusíes y en la reconstrucción de las labores destinadas a levantar las zonas de trabajo.