La huerta alicantina en el siglo XIX: etnohistoria, mujer y espacios en la arquitectura residencial, de María-Teresa Riquelme-Quiñonero

  1. Vicente Rabanaque, Teresa 1
  1. 1 Universitat de València
    info

    Universitat de València

    Valencia, España

    ROR https://ror.org/043nxc105

Revista:
AIBR: Revista de Antropología Iberoamericana

ISSN: 1578-9705

Año de publicación: 2021

Volumen: 16

Número: 1

Páginas: 204-208

Tipo: Reseña

DOI: 10.11156/AIBR.160112 DIALNET GOOGLE SCHOLAR lock_openDialnet editor

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Objetivos de desarrollo sostenible

Resumen

La arquitectura, ante la mirada de la antropología, es evidente que no puede leerse solo desde la relación de volúmenes físicos construidos. Parafraseando a Estrada en su consideración de la ciudad «como espacio generado, pero también generador de estilos de vida» (Estrada, Nieto y Rodríguez, 1993: 287), por analogía y desde un enfoque microsocial, los márgenes de la vivienda construyen, a su vez, toda una red de interacciones comunitarias que transforman los espacios erigidos en lugares habitables. Así pues, al valorar el conjunto de edificaciones de un determinado territorio en su particular contexto histórico, geográfico y sociocultural, se despliega ante nuestra visión todo un elenco de tipologías constructivas, inherentes a determinadas formas de vida, y bajo las cuales subyacen unas particulares coordenadas de identidad. A menudo, al rastrear la producción de modelos constructivos, nos encontramos con la reproducción de una serie de patrones de reconocimiento, los cuales actúan como elementos identificativos y cohesionadores de ciertos grupos sociales. Estas preferencias configuran un particular lenguaje, estético y funcional, pero también simbólico, que permite entender la vivienda, en sí misma, como un sistema discursivo (Pérez Ramírez, 1999) y que la autora del libro interpreta, aplicado a un estudio de caso concreto, desde una perspectiva etnográfica e histórica.