La indumentaria señorial femenina catalana del siglo xv y su reflejo en el arte

  1. TORRENTS IGLESIAS, ESTER
Dirigida per:
  1. Sofía Mata de la Cruz Director/a

Universitat de defensa: Universitat Rovira i Virgili

Fecha de defensa: 14 de de gener de 2019

Tribunal:
  1. Licia Buttà President/a
  2. Isidro Puig Sanchis Secretari
  3. Antoni Conejo da Pena Vocal

Tipus: Tesi

Teseo: 584155 DIALNET lock_openTDX editor

Resum

La indumentaria es un reflejo del ideario del momento histórico en el que se produce. Lo que se percibe de ella a través de su representación en el arte es una puerta abierta a la idiosincrasia de la sociedad, especialmente de la clase acomodada: realeza, aristocracia, alto clero y alta burguesía. Las circunstancias históricas, políticas, sociales, religiosas y culturales influyen en las ideas y en el pensamiento de las personas, incluso en la imagen que la clase acomodada desea proyectar. Esto acaba por manifestarse en los elementos que conforman su indumentaria (tejidos, materiales, técnicas, estilos, etc), influyendo a su vez en el arte de la época y en sus escritos. Hasta el momento no parece existir un estudio compilador que enumere, organice y explique en detalle la moda catalana femenina del siglo XV, teniendo en cuenta todos los factores anteriormente enumerados. La metodología que se requeriría para la elaboración de un estudio semejante pasa por la consulta de un amplio abanico de fuentes: inventarios, obras literarias, escritos moralistas, obras de arte e historiografía actualizada. Un compendio a través del cual se pudiera palpar la realidad material del momento y que pudiera plasmarse finalmente en unas ilustraciones detallistas que distinguieran la tesis como un manual realmente visual y práctico. La aplicación de esta metodología ha intentado mostrar cómo cada estrato de la sociedad tenía un margen bien delimitado de prendas, estilos y colores que definía con precisión desde el nivel económico hasta el estado social de la mujer – doncellas, casadas o viudas – con tan solo ver su atuendo. Además, Cataluña tuvo a su disposición todo tipo de telas y artículos lujosos relacionados con la indumentaria, procedentes de todos los rincones de Europa e incluso de Asia. Los tejidos disponibles por aquel entonces iban desde las lanas más ricas a las sedas más finas, procedentes de Italia, Holanda o Damasco. Esta tesis doctoral se ha dividido en dos secciones básicas. Una primera parte, a modo de manual de consulta, del estudio de las prendas analizadas al completo: su definición y evolución histórica, así como los materiales usados, acompañados de ilustraciones explicativas. Esta sección examina los diferentes tipos de prendas femeninas en función de su colocación en el cuerpo: la ropa interior, las prendas de a cuerpo, las de encima y las de abrigo, así como las diferentes familias en las que se dividían, junto con complementos como tocados, joyas, zapatos, velos y demás adornos. Será dentro de esta sección donde se mostrará la influencia de las tendencias de otros reinos en tierras catalanas, como la francesa, la alemana, la italiana y la morisca. La combinación de cada una de estas tendencias, junto al uso de complementos y detalles autóctonos –como la toca catalana o el mantonet catalán–, conformarán el look distintivo de una forma de vestir propia y suficientemente característica como para que fuera reconocida e imitada fuera de las fronteras de la Corona de Aragón. Todo ello vendría sospesado tanto por los preceptos morales de la época como por las leyes suntuarias dictadas por el gobierno, que siempre pesaban en contra de los excesos y el gusto por el lujo extremo tan característico del siglo XV. En la segunda parte de la tesis se lleva a cabo una aplicación práctica de la investigación, dedicándola al estudio de algunas obras de arte catalán del momento: el retablo de Santiago de Vallespinosa, de Joan Mates, buen ejemplo de la moda de principios de siglo; el retablo mayor de Santes Creus, de Lluís Borrasà y Guerau Gener, que destaca por ser casi un catálogo de los mantos en boga entre las doncellas y las viudas de ese momento; el retablo mayor de la catedral de Tarragona, de Pere Joan, que destaca por la variedad de los tocados; la tabla de la Verge dels Consellers, de Lluís Dalmau, prácticamente un catálogo de la joyería del momento, no sólo en los complementos individuales, sino también aplicada a la indumentaria; el retablo de la Transfiguración de Bernat Martorell, característico por sus trajes plegados y modas francesas; el retablo de la Transfiguración de Jaume Huguet, muestra de la moda más recatada del momento; y por último La Pietat Desplá de Bartolomé Bermejo, un perfecto ejemplo de cómo un atuendo aparentemente discreto y sencillo puede dar mucho juego dentro de un comentario social, psicológico, simbólico, e incluso histórico. La innovación y la relevancia de esta investigación se apoya en diferentes aspectos. Se trataría de la primera monografía referente a la indumentaria señorial femenina catalana del siglo XV, teniendo en cuenta no sólo sus componentes sino los detalles autóctonos y las prendas específicas que la diferencian del resto de la Península Ibérica. Un estudio que intenta probar que la moda catalana, amparada por las circunstancias políticas y económicas, fue un referente para la moda del momento en los reinos peninsulares y la introductora de las nuevas tendencias procedentes del extranjero. Todo ello viene además marcado por la elaboración de ilustraciones inéditas y de gran calidad que ayudan a identificar cada una de las prendas, su morfología y evolución a lo largo del tiempo. Se unen así Ilustración e Historia del Arte en una investigación que pretende convertirse en un manual de fácil uso para cualquier historiador que pretenda hacer una aproximación histórica y artística a cualquier prenda de ropa que se halle en el arte catalán del siglo XV.