La pintura gótica del siglo XV en les terres de Lleidala saga de los Ferrer
- Ximo Company Climent Directeur/trice
Université de défendre: Universitat de Barcelona
Année de défendre: 1999
- Juan Sureda Pons President
- Francesc Fité Llevot Secrétaire
- Emma Liaño Martínez Rapporteur
- Elisa Bermejo Martínez Rapporteur
- Joan Aliaga Morell Rapporteur
Type: Thèses
Résumé
La presente tesis pretende, en primer lugar, demostrar la existencia de dos pintores con el mismo nombre, Jaume Ferrer I y Jaume Ferrer II, seguramente padre e hijo, mediante el análisis estilístico y formal de las obras conservadas, una de ellas firmada por un "Iacobus Ferrarii" (MDLL) y la otra totalmente documentada como obra de Jaume Ferrer (Verdú, MEV). Al mismo tiempo pienso que queda demostrado que la primera etapa de la producción de Jaume Ferrer I se corresponde con el grupo de obras que se habían atribuido al denominado Maestro de Albatárrec (Post). Desde el punto de vista pictórico hemos aportado numerosos datos que enriquecen el conocimiento historico de la creación y ejecución del retablo dedicado a la Virgen de la iglesia de Santa María de Verdú, primera obra documentada. Por lo que respecta a la segunda obra importante de Jaume Ferrer II, el Retablo de la Paeria de Lleida, confirmamos la adopción de estilemas pictóricos aprendidos de Bernat Martorell en su estancia en Lleida entre los años 1441-1442, que el pintor leridano asume y expone en su obra. El estudio detallado de este retablo constata, además, la intervención de un segundo pintor, menos diestro y lúcido en formas y expresiones que el maestro Jaume Ferrer II, que podría tratarse de su hermano Gaspar Ferrer o su hijo mayor llamado Baltasar, documentado como pintor en 1447. En cuanto a la producción de Jaume Ferrer II replanteo algunas atribuciones y propongo otras que se habían relacionado, por ejemplo, con Pere Garcia de Benabarre, vislumbrando una interesante relación personal y profesional ente ambos, que podría haberse fraguado tanto en Barcelona, como en la misma Lleida por la proximidad de Benabarre y Barbastro a esta capital, por donde debería pasar a menudo el pintor aragonés para dirigirse a las localidades aragonesas. Lo cierto es que algunos matices estilísticos huguetianos se pueden adivinar en las últimas obras