De Dràcula a Crepuscle. El mite del vampir en la literatura juvenil

  1. AGUSTI APARISI, CARME
Dirigida por:
  1. Eva Lara Alberola Director/a

Universidad de defensa: Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir

Fecha de defensa: 28 de junio de 2013

Tribunal:
  1. Antonio Mendoza Fillola Presidente/a
  2. Carlos Sanz Marco Secretario/a
  3. Josep-Vicent Garcia Raffi Vocal
  4. Josep Ballester Roca Vocal
  5. Maria González-Davies Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 348388 DIALNET

Resumen

El presente trabajo pretende estudiar y analizar la figura del vampiro en la literatura. A partir del nacimiento del personaje literario en la literatura gótica y su posterior evolución arquetípica, hasta llegar a la actual saga de Stephenie Meyer Crepúsculo. El vampiro es uno de los mitos más antiguos de la humanidad unido siempre a la simbología del miedo, a la resurrección de los muertos y a la vida eterna. El vampiro se encuentra a mitad camino entre el folclore, la antropología, la literatura, el arte y la cultura, el mito y la historia. Forma parte de los ritos más ancestrales unido siempre a la simbología de la sangre. Desde la antropología, en el capítulo 2, nos centramos en el mito del vampiro: la tradición y la leyenda. El vampiro es mito, es realidad, ciencia pero también ficción. Es mito porque se encuentra en todas las culturas desde la antigüedad; es realidad ya que muchos fueron los tratados de vampirismo que se escribieron, sobretodo en la Ilustración, de seres chupadores de sangre que atemorizaban a amplias zonas del centro de Europa; es ciencia porque las plagas de enfermedades como la rabia, en la antigüedad, fueron asociadas con el vampirismo; y por último, es ficción porque de la tradición y la leyenda, el mito del vampiro, pasará a la literatura. En el capítulo 3 nos centramos en el paso de la antropología a la literatura: la literaturización del mito. El antecedente literario de Drácula es la obra El vampiro de Polidori, así como la creación de la vampiresa literaria corresponde a la obra de Le Fanu Carmilla. Pero será con la novela gótica y con la nueva visión del arte, augurada por el romanticismo, cuando Bram Stoker conseguirá crear el monstruo más representativo de todas las épocas: Drácula, concretando así, las características clásicas del arquetipo. La evolución posterior del arquetipo vendrá con la obra de Anne Rice Entrevista con el vampiro, donde la humanización del monstruo posibilitará la primera aceptación de esta criatura por parte del público lector. Con el capítulo 4 entramos en el análisis del universo creado por Meyer a partir de su saga Crepúsculo. La autora nos presenta un vampiro postmoderno, completamente alejado del arquetipo clásico estudiado. Nos relata una bonita historia de amor entre Bella y Edward, con tintes de vampirismo y novela romántica, alejándose completamente del arquetipo del monstruo clásico, y presentándonos unos personajes vampíricos desprovistos de toda maldad. El vampiro de Meyer es bello, elegante, con una posición económica muy ventajosa, y además es inmortal. No se alimenta de humanos y esto, hace que sea aceptado por el gran número de fervientes seguidoras adolescentes que suspiran constantemente por un Edward, a veces, demasiado posesivo y protector. Meyer ha desestructurado completamente el arquetipo y lo ha vuelvo a construir con un complacencia edulcorada. Nos ha relatado un cuento de hadas del siglo XXI. En el capítulo 5 hemos recorrido a los relatos actuales de vampiros, para constatar que Meyer ha tenido una influencia importante en la mayoría de relatos analizados, que siguen la estructura planteada por la autora en su saga. Son mujeres las que producen este tipo de literatura, dirigida a un público joven sin demasiadas pretensiones a no ser, la de entretener. Son relatos de adolescentes donde amor y vampirismo van unidos en la trama, y donde, al igual que en Crepúsculo, los protagonistas han de superar diversos conflictos para conseguir el amor. Combinan universos de vampiros, daimones, damphirs, estrigois, humanos, hombres lobos¿ Por último, en el capítulo 6 hemos relacionado literatura y cine, dando una visión de la evolución del arquetipo cinematográfico del vampiro a través de las diferentes épocas. El vampiro es hijo de su tiempo y cada época nos ha dejado una iconografía distinta del vampiro: el Nosferatu de Murnau, el conde Orlok, el vampiro del crac del 29 y del auge del nazismo; pasando por Bela Lugosi, el vampiro de los años 30, el primer vampiro de Hollywood; hasta llegar a Christopher Lee, el Drácula de los años 50. Pero será Coppola quien humanice por primera vez el vampiro cinematográfico, el vampiro de Coppola será redimido por amor. El arquetipo evolucionará y cambiará durante los años posteriores hasta llegar a la época actual, donde esta criatura se reinventará, adaptando el mito a las exigencias del público. El vampiro podrá ser de piel negra, vivir bajo la luz del sol o no, alimentarse de sangre de animales o bien sintética, podrá enamorarse, ser un adolescente, una niña, un viejo¿ El vampiro crece, muta, cambia y se adapta a las exigencias del guión. Tenemos un vampiro a la carta, la esencia del primer vampiro ha sido manipulada y adecuada a las necesidades de cada película y de un público, el actual, que no busca en estos relatos, lo mismo que se buscaba en estos monstruos en épocas pasadas.