La teatralización de la histeria en el espectáculo clínico decimonónico: Jean-Martin Charcot y la Salpêtrière (1870-1893)

  1. Gómez Cortell, Clara
Dirigida por:
  1. Ignacio Ramos Gay Director
  2. Carmen Morenilla Talens Directora

Universidad de defensa: Universitat de València

Fecha de defensa: 28 de abril de 2022

Tribunal:
  1. Àngels Santa Bañeres Presidente/a
  2. Adela Cortijo Talavera Secretaria
  3. Josep Maria Armengol Carrera Vocal
Departamento:
  1. FIL. FRANC.ITA

Tipo: Tesis

Resumen

A finales del siglo XIX, la sociedad parisina encuentra en el espectáculo clínico un entretenimiento popular singular: el hospital de la Salpêtrière, bajo la dirección del neurólogo Jean-Martin Charcot (1825-1893), exhibe todas las semanas a grupos de histéricas delante de un anfiteatro con cientos de asistentes. En ese servicio hospitalario, con un creciente número de casos de histeria femenina, se monopoliza y se manipula el trastorno través de mecanismos teatrales y espectaculares. Las famosas leçons de Charcot se convierten en un entretenimiento popular que todos los periódicos comentan y la enfermedad sobre el escenario se teatraliza dentro de un cuadro clínico, donde se expone el cuerpo histérico ante un público ávido de espectacularidad. Esta tesis ofrece un análisis de los procesos parateatrales que llevan al estrellato al establecimiento de la Salpêtrière y de su recepción a través de crónicas contemporáneas que comentan asombradas una representación histérica excesiva y circense. La histeria se convierte en una intersección de controversias donde la simulación es un elemento esencial de la expresión corporal, lo cual lleva al espectador a preguntarse acerca de la condición actoral de estas mujeres, con la finalidad de averiguar si las vedettes, las histéricas más famosas y con renombre en toda la ciudad, son verdaderas actrices o si su sufrimiento es veraz. Los procesos de mímesis escénica, en los que el servicio de Charcot formula una estructura paralela a la de la creación dramática, convierten la exhibición médica en un espectáculo rentable que les proporciona fama y renombre, aunque también sátiras y ataques por parte de la crítica. Estos mecanismos se formulan a través de una producción textual, un guion que debe ensayarse y reproducirse en el escenario, y que copia el estilo y la estructura dialógica del teatro, además de estructurar una mecánica teatral precisa y llamativa. Una vez perfeccionado, ese texto se convierte en actuación y movimiento en la platea donde el médico es un "metteur en scène" que controla a los personajes enfermos y médicos. Su escenario privilegiado está, además, en la sala bautizada con su mismo nombre, el Amphithéâtre Charcot, donde todos los elementos orientan la mirada del público hacia un único punto de vista central y repleto de matices artísticos y de referencias dramáticas. Esta aula se encuentra en un hospital descrito como una ciudad caótica y confusa, en la cual tienen lugar relatos e historias que llaman la atención por su singularidad, ya sea a través de narraciones abiertamente sexuales, de misterios demoníacos y místicos o de eventos festivos anuales en los que se mezclan público y "folles". El espacio clínico se ve entonces enormemente influenciado por los semas propios del funcionamiento teatral, y su presencia social demuestra el interés particular por la notoriedad y por el espectáculo que hacen de Charcot una figura contestada y de la histeria un evento polimorfo y enigmático.