Las instituciones y la vida política en Mallorca bajo la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930)

  1. Mateu Sastre, Cristóbal
Dirigida por:
  1. Antoni Marimon Riutort Director/a

Universidad de defensa: Universitat de les Illes Balears

Fecha de defensa: 08 de abril de 2022

Tribunal:
  1. José Miguel Santacreu Soler Presidente/a
  2. Sebastià Serra Busquets Secretario/a
  3. Aurora Bosch Sánchez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

La situación política e institucional en Mallorca desde finales de 1922 se puede calificar de deficiente. Alcaldes de R.O., la diputación provincial inoperante y unas elecciones generales (abril, 1923) ciertamente pervertidas de la mano del caciquismo renovador de Juan March, son una clara muestra de ello. Este era el ambiente previo al golpe de Estado de Primo de Rivera en la isla. En este contexto, el régimen dictatorial fue recibido con una mayoritaria indiferencia, tanto en las corporaciones públicas, plasmada en las actas provinciales y municipales, como en la calle, recogida por la prensa local, inmediatamente censurada. La aversión del dictador hacia la antigua política se vio de inmediato reflejada en la suspensión de los ayuntamientos y las diputaciones, considerados como reductos de un caciquismo que había que erradicar. De esta manera, los partidos políticos en Mallorca se vieron abocados a camuflarse en la nueva Unión Patriótica. Todo esto agravado por la muerte de algunos de sus lideres más carismáticos durante este periodo. Una Unión Patriótica que, junto con el Somatén, no consiguieron el arraigo esperado entre la sociedad, política e instituciones mallorquinas. Asimismo, su tradicional pacifismo facilitó un proceso de militarización corto (gobernadores civiles-militares), leve (delegados gubernativos) y exiguo (regidores castrenses), además de una relajada relación interinstitucional. Tanto la diputación como los ayuntamientos optaron por un modelo de administración retraída, caracterizada por la austeridad, en detrimento de unos deficientes servicios municipales (canalización de las aguas potables, alcantarillado, alumbrado y salubridad públicos) y numerosos proyectos modernizadores (carreteras, caminos vecinales). Todos ellos necesarios en una isla con un importante incremento demográfico, económico y turístico. Esta actitud reaccionaria de las instituciones mallorquinas comportó que Baleares continuara a la cola de las provincias españolas.