Culture as a collective mind. The emergent properties of a community.

Abstract

Este trabajo surge de una pregunta fundamental: ¿pueden los grupos de personas formar algún tipo de mente colectiva? Mi respuesta es que sí. El principal objetivo de esta tesis, por ende, consiste en defender esta posición, es decir, que las entidades colectivas como los grupos humanos, como las comunidades, tienen sus propias mentes. El núcleo de la tesis es el siguiente: me compromento con una noción de cognición entendida como producción de significado (Gallagher 2013), que es el resultado de una actividad necesariamente colectiva; defiendo que los significados disponibles para cierta comunidad son manipulados por sus miembros a través de las representaciones en las que cristalizan; argumento que tales representaciones, disponibles en un entorno compartido, implican el desarrollo de prácticas normativas que regulan sus usos públicos (Menary 2013); argumento, por lo tanto, que la manipulación pública de representaciones acaba en la emergencia de cánones representacionales; defiendo que tales representaciones canónicas emergentes han de considerarse como creencias colectivas y han de atribuirse, por ende, a la comunidad entendida como sujeto colectivo; estos cánones, finalmente, retroalimentan a los miembros de la comunidad, moldeando sus mentes, sus categorías y los propios significados que estos agentes usan en sus actos de referencia. Por esta razón acabo concluyendo que la propia semántica es una propiedad emergente de los colectivos. Por lo tanto, en los nichos culturales (Laland and O‘Brien 2011), o sea, los entornos culturalmente moldeados habitados por comunidades humanas, se dan las condiciones para la emergencia de una mente colectiva.