Epidemiologia molecular y factores de riesgo de protistas enteroparásitos asociados a diarrea en poblaciones pediátricas sintomáticas y asintomáticas en españa y mozambique

  1. Muadica, Aly Salimo Omar
Supervised by:
  1. David Carmena Jimenez Director
  2. Isabel de Fuentes Corripio Director

Defence university: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 30 October 2020

Committee:
  1. Luis Miguel Ortega Mora Chair
  2. Rafael Calero Bernal Secretary
  3. Carla Muñoz Antoli-Candela Committee member
  4. Fernando Jorge Bornay Llinares Committee member
  5. Fernando Salvador Committee member

Type: Thesis

Abstract

Los protozoos entéricos Cryptosporidium spp., Giardia duodenalis y Entamoeba histolytica contribuyen significativamente a la carga de enfermedad diarreica global, además de estar asociados a desnutrición, retraso del crecimiento y déficit cognitivo en niños. Otros protistas, como Blastocystis sp. o Enterocytozoon bieneusi, tienen una patogenicidad incierta o causan infecciones oportunistas en individuos inmunodeprimidos. Este trabajo compara, mediante el uso de técnicas moleculares (PCR y secuenciación Sanger) la frecuencia y diversidad genética de las principales especies de protistas entéricos asociadas a diarrea en poblaciones pediátricas sintomáticas y asintomáticas de la Comunidad Autónoma de Madrid (España) y de la provincia de Zambézia (Mozambique). También se han identificado, mediante análisis estadísticos de regresión logística univariante y multivariante, factores asociados con protección o un mayor riesgo de infección frente a estos microorganismos. La infección/colonización por protistas entéricos era frecuente en niños aparentemente sanos tanto en España como en Mozambique, sugiriendo que los portadores asintomáticos pueden actuar como focos de infección inadvertida en grupos vulnerables como otros niños, ancianos o individuos inmunocomprometidos. La población pediátrica investigada en Mozambique presentaba mayores tasas de parasitación/colonización por al menos una especie de protista (54% vs. 28%), de infecciones mixtas (12% vs. 4%) y de infección por G. duodenalis (42% vs. 17%) que su homónima en España. Por el contrario, las prevalencias de Cryptosporidium spp. (1% vs. 1%), Blastocystis sp. (18% vs. 14%) y E. bieneusi (0,3% vs. 0%) eran muy similares en ambos países. En Mozambique, E. histolytica no fue hallada, pero sí E. dispar (11%). En España, la detección de una especie de protista estaba positivamente asociada con la presencia de una segunda especie, indicando una fuente de infección común. Este hecho sugería eventos de transmisión por contacto directo persona-persona en microfocos locales de naturaleza oportunista en condiciones ambientales favorables. Esta asociación no era tan evidente en Mozambique, sugiriendo la existencia de fuentes de infección alternativas de origen hídrico, alimentario y zoonósico indicativas de una elevada contaminación ambiental. La colonización por Blastocystis sp. y E. dispar era directamente proporcional a la edad de los niños investigados en ambos países, apoyando la naturaleza apatógena de estas especies. La diversidad molecular de los protistas entéricos investigados era mayor en los niños de Zambézia que en los niños de Leganés. Este hecho estaría en consonancia con las elevadas tasas de infección y reinfección halladas en Mozambique, propias de escenarios epidemiológicos de alta prevalencia. No se hallaron diferencias en la distribución de especies/genotipos de los protistas objeto de estudio en las poblaciones de niños sintomáticos y asintomáticos analizadas en ambos países, sugiriendo que la variante genética del protista considerado no es un factor esencial para desencadenar la transición entre infección y enfermedad. Los animales domésticos constituían una fuente significativa de infecciones humanas por protistas entéricos en Mozambique, pero no en España. Este estudio demuestra que la alta prevalencia de protistas entéricos observada en Mozambique estaba estrechamente ligada a las deficientes infraestructuras de agua potable y saneamiento, y por lo tanto a las condiciones de pobreza y falta de recursos, de este país. Además, pone de manifiesto la urgencia de promover estudios moleculares dirigidos a determinar la presencia y diversidad molecular de los protistas objeto de estudio en muestras de origen animal y medioambiental, esenciales para identificar fuentes de infección y vías de transmisión. Los datos generados apoyan la propuesta de considerar a G. duodenalis, Cryptosporidium spp., E. dispar, Blastocystis sp. y E. bieneusi como organismos patobiontes.