La filosofía política de Jaime Balmes
- MORA QUIROS ENRIQUE VICTOR DE
- Francisco Carpintero Benítez Director/a
Universidad de defensa: Universidad de Cádiz
Fecha de defensa: 23 de febrero de 2002
- Jesús Ballesteros Llompart Presidente
- José Justo Megías Quirós Secretario/a
- Pedro Serna Bermúdez Vocal
- Ignacio Sánchez Cámara Vocal
- María José Moreno Cuñat Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La filosofía política de Balmes se enmarca en un siglo en el que se producen continuas transformaciones en todos los órdenes, que, como es natural, afectan a España. En nuestra península, la Guerra de la Independencia significa el derrumbamiento del Antiguo Régimen y la aparición de las ideas liberales. Varios factores, entre ellos la ausencia de una clase burguesa significativa y la falta de socialización de las ideas liberales, arrojan a la península a la inestabilidad política y gubernamental. Balmes se convierte en el notario que intenta levantar acta de todo este proceso, constatando el triste fracaso de los nuevos modos de entender la política, en un país que no está preparado para ello. En su obra, plural y multidisciplinar puede encontrarse, si bien disperos, un cuerpo de filosofía política que, si bien se asimila en muchos aspectos a las corrientes conservadoras y legitimas de cuño francés (De Maistre, De Bonald, el primer Lamennais, Chateaubriand), se abre de manera tímida a las nuevas concepciones inauguradas con la Revolución Francesa, siempre que no contradigan a la religión. Como filósofo, Balmes realiza una crítica acertada en muchos aspectos a las principales corrientes de la filosofía moderna: sensualismo, kantismo, idealismo y eclecticismo. A pesar de que se le ha señalado como afín al cartesianismo, su amor a la verdad y su afirmación del valor de la evidencia no permiten calificarlo como cartesiano. Con todo, la filosofía de Balmes no llega hasta el fondo del verdadero problema de la filosofía moderna, que afecta a la reconstrucción de la ciencia. Por otro lado, su eclecticismo es más bien de forma y no de fondo, y no debe dedeñarse la influencia del talante de los jesuitas renovadores de la Universidad de Cervera, en la que estudió Balmes. Su reputación como católico liberal parece a todas luces exagerada, pues su defensa de las reformas aperturistas del Papa Pío IX no son una profes