Contestania Ibérica en los siglos II-I a.C.poblamiento y romanización

  1. Bayo Fuentes, Sonia
Dirigida por:
  1. Feliciana Sala Sellés Director/a

Universidad de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante

Fecha de defensa: 26 de septiembre de 2018

Tribunal:
  1. Lorenzo Abad Casal Presidente/a
  2. Andrés María Adroher Auroux Secretario/a
  3. Carmen Aranegui Gascó Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 570013 DIALNET lock_openRUA editor

Resumen

Desde el siglo III aC la historia de la Península Ibérica está marcada por periodos de guerras y entreguerras que suponen el final de una época y una sociedad y el inicio de un nuevo tiempo bajo dominio romano. La Segunda Guerra Púnica, escenificada en la Península, supone el comienzo de un proceso al que históricamente se ha venido a llamar “romanización”. El contacto de la población indígena con los romanos durante este largo periodo parece desarrollar una serie de cambios territoriales, organizativos, estratégicos y sociales. Además, las Guerras Civiles romanas, desarrolladas a lo largo del siglo I aC, constituyeron un acontecimiento de suma importancia para la Historia de Roma. De un lado, supusieron la consolidación del poder político del Senado en la república romana; de otro, el encauzamiento definitivo del proceso de conquista militar de la Península Ibérica, la provincia de Hispania. Durante este periodo, los episodios bélicos acontecidos en el Levante y Sureste peninsular fueron claves para el final del proceso. Numerosos autores antiguos relataron estos acontecimientos. Estas fuentes escritas han sido analizadas por arqueólogos e historiadores pero sólo a partir de la década pasada, especialmente en la Meseta y norte de la Península, han sido contrastadas con registros arqueológicos dentro del marco de diversos proyectos de investigación de otras universidades españolas. Estos equipos han conseguido importantes resultados, sobre todo en lo referente a la localización de los solares donde se libraron los principales enfrentamientos y la confirmación, por tanto, de los hechos históricos. Sin embargo, este tipo de investigación y metodología de trabajo no se ha aplicado hasta el momento al sureste peninsular. Nuestro trabajo tiene como objeto el estudio de ese proceso de romanización y sus consecuencias en la población local ibera del Levante y Sureste peninsular, para lo cual hemos aplicado la misma perspectiva metodológica que tan buenos resultados está ofreciendo. En nuestro territorio de estudio se añade otro factor relevante: el peso de la cultura ibérica. La tesis tradicional mantenía que los acontecimientos bélicos apenas habían afectado la vida de la población ibera, que se había limitado a ser mera espectadora prácticamente hasta la fundación de las primeras ciudades y colonias romanas, ya con Augusto. Sin embargo, la revisión de las excavaciones antiguas en el Tossal de la Cala (Benidorm), tema de nuestra Tesis de Licenciatura defendida en septiembre de 2008 en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Alicante, ha permitido constatar la presencia de contingentes militares romanos, con lo que la perspectiva histórica tradicional cambia totalmente. Con este precedente, pretendemos revisar los yacimientos ibéricos de los siglos II-I aC en la costa alicantina, coetáneos de las Guerras Civiles. Su análisis nos dará las claves para conocer mejor la presencia militar romana en estos enclaves, algo totalmente novedoso en la investigación, la implicación de la población ibera en el desarrollo de las guerras, su posible decantación mediante pactos y alianzas en los distintos bandos y, en definitiva, los cambios que se produjeran en las formas de vida indígenas como consecuencia de esa implicación, cambios que nos deben ayudar a entender el proceso de romanización. Para ello nos hemos centrado en los contextos materiales aparecidos en los castella de la costa que nos dan la clave de la naturaleza de sus habitantes, en este caso soldados romanos y auxilia. Los hemos puesto en comparación con algunos yacimientos considerados coetáneos que se sitúan en el interior para ver si existe alguna relación con el paso de las tropas y también conocer si existiera algún tipo de comportamiento por parte de la población indígena que nos hiciera pensar en el posible paso de las tropas por la zona y su contacto con la población. Hemos hecho un breve análisis de la localización de los yacimientos de los siglos II-I a la vista de las investigaciones realizadas hasta el momento para ver si hay algún cambio en el comportamiento de la población indígena por la presencia romana y lo pondremos en comparación con otras áreas de la Península Ibérica. Hemos catalogado el material de los contextos militares en los que hemos estado trabajando hasta la fecha presentando informe detallado con base de datos de inventario, estadísticas y gráficas así como dibujo y fotografía de piezas más significativas. Cualquier investigación que se precie lleva consigo un trabajo previo de análisis en el que el investigador trata de plantearse una serie de preguntas cuya búsqueda de respuesta motivaran el grueso de su obra. En esta ocasión nuestro trabajo además de esa motivación del que empieza algo nuevo encontramos un estímulo mayor tras realizar nuestra memoria de licenciatura “El yacimiento ibérico de El Tossal de la Cala. Nuevo estudio de los materiales depositados en el MARQ correspondientes a las excavaciones de José Belda y Miquel Tarradell” y darnos cuenta de que sólo estábamos viendo la punta de un iceberg. Por tanto, tomamos como punto de inicio los primeros resultados obtenidos tras esta investigación que unía el yacimiento a la existencia de soldados romanos dentro de sus muros. Aplicamos en primera instancia la misma metodología que empleamos en este primer análisis estudiando los materiales de la excavación de 1986 realizada por Francisco García Hernández inventariándolos, dibujando las formas, realizando un estudio de cada una de ellas y buscando paralelos. Por otra parte, realizamos varias intervenciones arqueológicas en el Tossal de la Cala que nos han permitido analizar la arquitectura de un castellum de época tardorrepublicana y en el que se evidencia también la mano de Roma. Además, dentro del ámbito de nuestro grupo de investigación se realizaron mediciones planimétricas en la Penya de l’Àguila con el mismo resultado y cuyas conclusiones presentaremos en el apartado de arquitectura de la presente obra. También hemos examinado el material de la excavación realizada por Tarradell y Ramos en 1956 para confirmar que estábamos estudiando el mismo horizonte y que los materiales procedían todos de la misma zona. Ampliamos este análisis de materiales a yacimientos de la costa de las comarcas de la Marina Alta y Baixa que presentaban el mismo esquema geoestratégico que el Tossal de la Cala. Se trata de Portet de Moraira, Cap Negret, Penyal d’Ifac, Penya de l’Àguila y Segaria. Todos ellos tienen dimensiones similares, salvo Penya de l’Aguila. Se trata de una serie de enclaves costeros, situados sobre una elevación más o menos prominente, con dominio visual sobre la línea de costa, cercanos a playas de arena fina con facilidades para el varado de barcas. Además, estos sitios costeros están interconectados visualmente permitiendo dar el aviso sobre cualquier movimiento extraño u hostil en el mar. Alrededor de estos enclaves se hace complicada la explotación agrícola debido a la baja calidad de los suelos. Todos ellos fueron considerados tradicionalmente enclaves ibéricos datados entre los s. II y I a.n.e. Dada la escasa fertilidad de las tierras colindantes, se interpretó que la población de dichos enclaves subsistiría gracias a la explotación de los recursos marinos, bien pesqueros bien comerciales. Tras el análisis de los materiales de Penya de l’Àguila, Penyal d’Ifac, Segaria y Cap Negret encontramos el mismo esquema que en el Tossal de la Cala. Los resultados de los trabajos realizados dentro del grupo de investigación "El desarrollo de las guerras civiles romanas y la transformación del mundo indígena en el sureste de Hispania" financiado por Ministerio de Ciencia e Innovación nº de ref. HAR2009-11334 y posteriormente el proyecto "Las huellas de las guerras civiles romanas en el sudeste de Hispania. Conflictos y transformación cultural) está financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad (nº de referencia HAR2012-32754) ambos dirigidos por la Dra. Dª Feliciana Sala Sellés, y de los que también yo formaba parte, han sido publicados en varios artículos (Bayo 2010; Sala et alii 2013; Bayo 2013; Sala et alii 2014; Bayo 2014; Domenech 2014), resultados que también incluimos en nuestra tesis por formar parte de nuestras propias conclusiones. Llegados a este punto de la investigación, por tanto, cabía una pregunta muy apropiada, si la población indígena no vive en estos lugares a los que tradicionalmente se les había relacionado con la romanización de la población de la costa, ¿dónde se ubican?. Es más, si estas poblaciones no pertenecen a indígenas romanizados ¿cómo podemos identificar ahora ese proceso? y sobre todo, ¿podemos hablar de una romanización temprana en la costa Contestana y en la Contestania en general?. Por este motivo decidimos retomar varias obras recientes de arqueología espacial de la Contestania en las que se realizan un exahustivo estudio de los yacimientos ibéricos de la zona tanto a nivel sincrónico como diacrónico, reubicando nuestros fortines como tal y no como poblados indígenas para tratar de conocer de qué manera ha afectado la presencia de soldados en la población ibera de la costa. Entre esta selección incluimos, como no podía ser menos, “La Contestania Ibérica” (1972) de Enric Llobregat; la tesis doctoral de Ignacio Grau “El poblamiento de época ibérica en la región centro meridional del País Valenciano” (2000), así como diversos artículos en los que expone sus conclusiones acerca de los cambios del modelo poblacional de las comarcas del interior alicantino y la tesis doctoral de Jesús Moratalla “Organización del territorio y modelos de poblamiento en la Contestania Ibérica” (2004), entre otras obras. Por otra parte, también quisimos ver de qué manera pudo influir el más que probable tránsito de soldados por los caminos principales del interior de la Contestania tomando como ejemplo dos yacimientos más: Salvatierra en Villena y La Fontana de Monforte. En ambos ejemplos realizamos un estudio del material haciendo uso de la misma metodología que para los fortines de la costa. Hemos realizado una relación exahustiva de los materiales con su clasificación tipológica, agrupandolos según su uso y tratando de determinar cuáles son los patrones que se repiten en todos los yacimientos analizados. Por otra parte, hemos documentado con fotografía y dibujo arqueológico un buen número de piezas para tener una visión clara de los tipos que se localizan en un castellum de época republicana. Incluimos también un análisis de pastas de aquellos tipos que más se repiten en cada yacimiento. Se hizo necesario conocer qué sucedía en el entorno próximo así como en el resto de la Península durante el periodo que consideramos como “romanizador”. En otras partes de la Península, sobre todo en la Meseta y zona norte, las fuentes clásicas que hacían mención al paso del ejército romano han sido contrastadas con registros arqueológicos dentro del marco de diversos proyectos de investigación de otras universidades españolas. Los resultados de dichas investigaciones han sido publicados y nos han servido de modelo a la hora de determinar cómo se establecen las relaciones entre ambos pueblos o entender de qué manera se puede detectar que en un solar ha habido una batalla (Amengual et alii 2003; Belarte et alii 2011; Morillo 2006, 2007, 2009; Cadiou y Navarro 2014) . Por otra parte, diversas obras de Arqueología Espacial realizadas en las regiones colindantes a la Contestania, han documentado de manera se ha comportado la población indígena ante la presencia de tropas romanas (Arasa 2001; Ribera 1998 y 2000; Ribera et alii 2003-2004; Pérez Ballester 2011). Tratamos de conocer si efectivamente en la Contestania se ha podido dar una romanización temprana como sí parece ocurrir en otras partes de de Península como en el caso de ciertas áreas de Cataluña. En términos generales se considera que la romanización es un largo proceso que dura tres siglos pero como ya sabemos no es un fenómeno homogéneo. En el caso que estamos estudiando no vemos grandes indicios de esos de esa posible romanización temprana aunque si hemos descubierto por dónde se está moviendo el ejército romano lo que nos permite dar algo más de luz a patrones de asentamiento que no parecían coincidir con el modo tradicional indígena. Esto se debe a que hemos podido distinguir una serie castella que habían sido tratados tradicionalmente como poblaciones ibéricas. En primer lugar, esta corroboración ya es un cambio importante en la línea de investigación que nos coloca ante un panorama totalmente innovador. En segundo lugar, y aclarado este punto, resulta más sencillo explicar el comportamiento de la población indígena. Y por último, nos permite conocer que probablemente, aunque los iberos no vivieron a espaldas a los movimientos de los soldados sino que obviamente tenían relaciones, no entraron en la dinámica administrativa, politica y mucho menos tradicional romana hasta la municipalización de la Contestania.