Edición diplomática, traducción y estudio de la obra Nişāb al-ajbār wa-taḏkirat al-ajyār de Ibn al-Şabbāḥ (s. IX H./XV e.C.)

  1. CONSTAN NAVA, ANTONIO
Dirigida por:
  1. Francisco Franco Sánchez Director/a

Universidad de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante

Fecha de defensa: 18 de noviembre de 2014

Tribunal:
  1. Luis F. Bernabé Pons Presidente/a
  2. Mohamed Laouini Secretario/a
  3. Mercedes García-Arenal Rodríguez Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 374985 DIALNET lock_openRUA editor

Resumen

INTRODUCCIÓN Tesis Doctoral realizada en el Programa de Doctorado en Transferencias Interculturales e históricas en la Europa Medieval Mediterránea", en el seno del ISIC-IVITRA (http://www.ivitra.ua.es) de la Universidad de Alicante (Ref. ISIC/2012/022) y dentro de los Proyectos de Investigación para Grupos de Investigación de Excelencia en I+D+i PROMETEO/2009/042 y PROMETEO/2014/018, de la Generalitat Valenciana y cofinanciado por el FEDER de la UE. Tal y como reza el título de la tesis, por un lado hemos realizado la edición diplomática del manuscrito unicum 2295 de la Biblioteca Nacional de Túnez titulado Nisab al-ajbar wa-tadkirat al-ajyar que ha servido para poder explicar este manuscrito difícilmente comprensible debido a las muchas incongruencias y problemas interpretativos que muestra y, por razones obvias a esto, por la dificultad que ha supuesto fijar un texto árabe que contenía numerosas anomalías. Por otro lado, la propia traducción al español. Una labor costosa dado que había pasajes mal estructurados, oscuros y de difícil interpretación. Había que entender la psicología del propio autor para poder traducir fielmente aquello que quería decir en lengua árabe. Y, en último lugar, un estudio en el que creemos que hemos fijado lo esencial y que deja ya bastante acotado el estado de la cuestión relativo a la autoría. En esta parte se ha realizado el estudio lingüístico ha servido para esclarecer determinados aspectos que han iluminado sobre la propia obra y el autor. MOTIVACIÓN 1/ Dar respuesta: -a las incógnitas que se derivan de este autor, del que se desconoce prácticamente todo de su vida, a excepción de lo poco que él cuenta en su obra. -Si el ms. 2295 es la obra original del autor o copia de una anterior y, con ello, esclarecer la verdadera transmisión de la obra 2/ Llegar a entender adecuadamente la estructura y finalidad del Nisab al-ajbar wa-tadkirat al-ajyar. 3/ Plantear un estudio filológico y paleográfico en torno al manuscrito original, entendiendo los diversos registros de la lengua empleados en el ms. 4/ el estudio de las ilustraciones contenidas en la obra. DESARROLLO TEÓRICO La Tesis Doctoral ha tenido como método de trabajo: 1/ Búsqueda y estudio de la obra original en la Bibliothèque Nationale de Túnez y la comparación de una posible copia de la misma hallada en Rabat, para descartar plagios y comprobar cuál de las dos obras es la original, para, posteriormente, pasar a estudiar sobre la obra original. 2/ El estudio y análisis del manuscrito original, así como la comparación de l mismo con otros manuscritos de la época, en la misma Bibliothèque Nationale de Túnez, para comprobar el estadio de lengua en el que el escritor (o copista) redacta la obra. 3/ A través del estudio de la obra, establecer una línea de extracción de datos, no solo a nivel lingüístico, sino también historiográficos con los datos biográficos, bibliográficos y las fuentes documentales que en la misma se reflejan, de la época en la que nos movemos, así como el estudio antroponímico de las personas que en ella se mencionan, intentando su localización en los archivos de registro y los cómputos de bautismos de la época. 4/ El estudio de la toponimia árabe del territorio que va describiendo Ibn al-¿abb¿¿ a lo largo de toda su obra. 5/ Desplazamiento a las bibliotecas y archivos más importantes donde se encuentra la mayoría de la documentación, para realizar su minucioso estudio. Como el Archivo del Reino de Valencia, el Archivo Histórico Nacional, la Bibliothèque Nationale de Túnez, la Biblioteca Nacional de Rabat, entre otros. 6/ Desplazamiento a varias localidades tunecinas de origen andalusí, donde poder comprobar ciertas partes dialectales alejadas de la lengua árabe clásica con la que el autor muchas veces escribe. 7/ El estudio de los mapas que el autor dibujó de las ciudades por las que pasó, sobre todo, los mapas relativos a Jerusalén, Medina, La Meca y Alejandría, testigo excepcional de una época y que describe con minuciosidad tanto en su escrito como en los dibujos. Y se ha seguido el siguiente plan de trabajo: 1/ Centrar el estudio, básicamente, en la obra objeto de análisis y traducción, así como la comparación de otros textos manuscritos en árabe de la época, para poder establecer una sincronía o diacronía de la lengua del autor (o copista). 2/ Desplazamiento a los distintos Archivos, Bibliotecas y zonas de Túnez donde el dialecto andalusí aún ha dejado su huella, para poder compararlo y estudiarlo en base al dialectal que aparece en el manuscrito de Ibn al-¿abb¿¿. 3/ Revisión de la diferente bibliografía. A través de la bibliografía, a veces abundante pero exigua o localmente obsoleta, intentar matizar aspectos que no encajen dentro de las hipótesis que surjan. 4/ Traducción y estudio de la obra y otros manuscritos que sean interesantes para una mejor comprensión del manuscrito. 5/ Posibles y necesarias publicaciones en las distintas revistas de investigación pertinentes a esta materia, sobre hipótesis que se vayan barajando para un mejor enfoque y realización del tema gracias a las críticas que estas puedan suscitar a la comunidad científica experta en estos temas 6/ Aportaciones en Congresos, comunicaciones u otros foros de comunicación docentes en la que se puedan ir valorando, mediante la exposición de conclusiones previas, la veracidad o no de éstas mediante la crítica en los mismos CONCLUSIONES La obra objeto de nuestro estudio lleva por título Ni¿¿b al-ajb¿r wa-ta¿kirat al-ajy¿r, así titulada por su propio autor. El autor es el ¿¿¿¿ `Abd All¿¿ Ibn al-¿abb¿¿ al-A¿ba¿¿. Era originario de la ciudad de Játiva (Valencia - España) del s. XV. Era totalmente mudéjar y no hay motivos para considerar que llegara a vivir en un territorio de al-Andalus previo a la conquista cristiana para denominarle como andalusí. Además del árabe, hablaba lugat al-qatalan¿, esto es, lengua catalana. Conocemos su posible segunda nisba porque así se ha anotado tardíamente y por mano diferente a la del escribano principal del ms. 2295, aunque solo podemos afirmar su ism, su nasab, su primera nisba así como su laqab adquirido una vez realizada la peregrinación a La Meca: al-¿¿¿¿ `Abd All¿h Ibn al-¿abb¿¿ al-A¿ba¿¿. No conocemos nada acerca de su familia. Solo en una ocasión nombra a sus hijos como una carga económica, y a sus padres fallecidos, para justificar el dinero heredado legítimo con el que realizó su viaje a La Meca. Solo hará un continuo elogio a los antepasados más lejanos de su familia, los ¿abb¿¿íes del Yemen. Ibn al-¿abb¿¿ habría comenzado su periplo vital reflejado más tarde en su obra antes del año 1415. Vivió en Bursa entre 1426 y 1453, pues dice haber pasado 4 años viviendo en la madrasa de Mur¿d II, cuya fundación data de 1426. Estuvo en la Constantinopla bizantina, visitando Santa Sofía en época cristiana cuando ésta aún estaba regentada por la iglesia ortodoxa. Y la redacción de su obra, o parte de ella, la realizó después de la toma de Constantinopla por los turcos otomanos (1453) y antes de 1455. Al final de su obra, el autor deja constancia de que escribe ésta mientras disfruta de una edad que va entre los sesenta y los setenta años. Siendo así, es un autor nacido entre 1385 y 1400. Su vida viajera se moverá en tres espacios concretos: portuarios, de mercado y religioso-piadosos. Es este último el que nos ha dado la verdadera imagen del valenciano: la de un peregrino convertido en faq¿r o asceta que viaja alojándose en mezquitas, madrasas, z¿wiyas, etc, donde ¿al mismo tiempo que asiste a las clases de sabios en las que irá aprendiendo todo lo relativo a las ciencias del islam, de la historia y de la geografía¿ consiga su medio de manutención gracias a la caridad y la limosna para con los ascetas, los pobres y el resto de gente corriente. El Ni¿¿b al-ajb¿r wa-ta¿kirat al-ajy¿r es definida por su popio autor como ri¿la en varias ocasiones, concretamente, una ri¿la fi ¿alab al-`ilm que acaba convertida en ri¿la ¿i¿¿z¿ya de la que podemos decir que se trata al mismo tiempo como la obra autobiográfica de Ibn al-¿abb¿¿. Es el viaje literario de su autor, que seguirá una progresión lineal: comenzando en un punto geográfico en un momento determinado que el autor no especifica, acabando mucho tiempo después en otro punto geográfico. La obra no está dividida en capítulos; tan solo en dos ocasiones el autor hace un amago de querer señalar que va a comenzar a describir una parte de la geografía. El recorrido literario seguirá esta ruta: Granada, Ceuta, Marrakesh, Fez, Tlemecén, Orán, Túnez, Bugía, Constantina, Annaba, Beja, Kairuán, Gafsa, Trípoli, Alejandría, Mi¿r-El Cairo, Aqaba, Eilat, Yanbu, Rabig, La Meca, al-Tayf, Yemen, Tihama, Ma¿rib, Saba, al-Yamama, Najd, Medina-Ya¿rib, Hebrón, Jerusalén, Damasco, Dyar Bakr, [Bursa], Constantinopla, Bagdad, Wasit y Basora. El ms. 2295 de la BNT no es, sin embargo, la obra original de Ibn al-¿abb¿¿ sino una copia realizada como pronto, cuando el autor ya habría fallecido, lo que la situaría como mínimo a partir del último cuarto del s. XV, incluso principios del s. XVI. Otro rasgo es que el copista no corrige los fallos de la obra anterior, seguramente, porque su instrucción en lengua árabe fuera menor que la del propio Ibn al-¿abb¿¿, lo que situaría al escribano, probablemente, en un ambiente morisco y/o turco. Estaríamos, pues, ante una copia vocalizada de un original realizada en el entorno morisco emigrado desde España y asentado en Túnez, grupo que mantuvo una gran inquietud cultural y nunca rompió el cordón umbilical emocional con España que les echó. Motivo que justificaría la presencia de esta copia en Túnez. Los datos ofrecidos de la vocalización, así como su localización en un contexto de dominación turca como lo fue el Túnez del s. XVI, nos hace defender la tesis de que el copista fuera turco y que, en algunos casos, al reconocer las palabras árabes que copia, vocalizaría dentro del esquema fonético turco. Estamos ante una copia de una obra anterior. Obra que fue dictada y escrita en parte por el propio Ibn al-¿abb¿¿ a un posible escribano (o discípulo suyo) que se encargó de ir recopilando tanto las explicaciones de aquél como sus apuntes de viaje. Esta copia, localizada en el Túnez otomano, habría sido realizada por un copista de origen turco, quien habría añadido la vocalización al texto árabe, siguiendo el uso de los escritos turcos otomanos, frecuentemente vocalizados. A lo largo de este viaje literario, se verán varios tipos de historias: ¿ Las historias verificadas por el autor: las descripciones de lo que ha visto y puede dar fe. ¿ Las historias de los asuntos o anécdotas que le cuentan, o aprende en sus viajes, y que transmite al lector. Se distinguen dos clases de historias: ¿ Historias reales ¿ Historias fantásticas ¿ La historia transmitida por los libros de historiadores a los que él dice haber accedido. ¿ La historia religiosa, que extrae del Corán, de los hadices y de las interpretaciones de los exégetas. En la primera motivación para comenzar a escribir sus apuntes de viajes están los de servir guía sobre el mundo islámico que para él tendría fines pedagógicos e islamizadores cara a sus correligionarios mudéjares. Con el tiempo, este primer objetivo quedará difuminado (pues no regresará a la península) y sus lecciones serán para los ascetas y discípulos a quienes se dirige en sus clases, ya sea escuchándole en sus clases o leyendo su obra. Nace, primero, como pretensión de servir de libro de la historia de al-Andalus y de lo existente en época del autor en la península Ibérica . En segundo lugar, busca la descripción de las comunidades musulmanas dentro del mundo islámico. Y, en tecer lugar, sirve de descripción de la geografía de la tierra bajo el prisma de la escuela de Balj¿ (también conocida como del ¿atlas del islam¿). Llega a valerse incluso de varias ilustraciones en las que describe, más o menos detalladamente, cinco de los lugares religiosos que él considera como los más importantes de las ciudades santas del islam: La Meca, Medina y Jerusalen, más una cuarta, Hebrón. Hay que resaltar la importancia de que aparezcan estas ilustraciones en una obra de viajes, no ya como itinerarios geográficos realizados por Ibn al-¿abb¿¿ sino como mapas geográficos religiosos, es decir, mapas en donde pone de relieve aquello que sus recuerdos ha mantenido como espacios importantes en cada uno de los lugares llevados a ilustración, lugares santos o privilegiados dentro de la espiritualidad islámica sunní. Por lo tanto, la descripción geográfica y las observaciones que realiza el autor responden a una triple función: ¿ En primer lugar, es un relato de viajes y como tal, responde a todas y cada una de las características propias de este tipo de narraciones. ¿ En segundo lugar, este relato se convierte en un libro de itinerarios o, concretamente, en una guía de viaje para el futuro peregrino. ¿ Y, por último ¿y, quizá, la más importante¿, no debe olvidarse la función educativa de la obra en la cual se inserta las ilustraciones.