Una mirada a los moriscos desde los mudéjares
Editorial: Centro Cultural Islámico de Valencia
Año de publicación: 2009
Páginas: 129-136
Congreso: Congreso Internacional "El Islam cercano: Los moriscos valencianos" (1. 2009. Valencia)
Tipo: Aportación congreso
Resumen
La celebración del Congreso Internacional El Islam Cercano. Los moriscos valencianos, organizado por el Centro Cultural Islámico de Valencia, con notables patrocinadores y participantes, representa una ocasión de notable interés a la hora de revisar nuestros conceptos habituales, sus relaciones y evolución. Un medievalista, como es nuestro caso, puede aportar algunas ideas claras para una minoría islámica cuya condición social o, mejor, su estatuto social y jurídico evolucionó hasta, en cierto modo, una degradación importante. Si bien el academicismo ha separado siempre, con criterios ciertamente justificados aunque, en ocasiones, demasiado reductivos, el período mudéjar del morisco nos parece completamente obvio que, en muchos casos -personales, familiares y comunitarios- estamos hablando de los mismos hombres y sus descendientes. Esa historia de los hombres, protagonistas de su historia y, a la vez, sujetos pacientes de la misma como representantes en el tiempo de las sociedades en las que vivieron van a ser el hilo conductor de nuestra argumentación. A la comunidad mudéjar se le reconoce por tratarse de un grupo dominados, a partir de las conquistas cristianas, desde el siglo XI hasta finales del XV, en suelo ibérico. En el caso de Valencia, desde la conquista del reino por Jaime I, entre 1236 y 1245. Los acuerdos, alianzas y garantías de seguridad otorgados a estos nuevos �protegidos� en el campo cristiano, se irán progresivamente degradando hasta las décadas finales del Doscientos. Puede decirse sin temor a error que a partir de 1280 se forja el elemento mudéjar como un protagonista excluido, separado pero presente en la nueva sociedad cristiana, tanto en el ámbito del reino de Valencia como, mediante cronologías y tiempos diferentes, en la Península Ibérica. ¿Cuál fue la diferencia con sus herederos moriscos?: la comunidad mudéjar era un grupo musulmán que tenía derecho y libertad de ejercer su fe musulmana, desplazarse y viajar a tierras del Islam, hablar en su lengua árabe y ser dueños de sus propiedades. Oficiales propios, si bien siempre subordinados a los aparatos institucionales cristianos, una ley específica, la Sunna y la Shari`a, complementaria a unos fueros progresivamente más globalizadores, en suma una personalidad jurídica y social respaldada por la autoridad pública cristiana. No fue un trayecto sencillo. En el siglo XV y principios del XVI aquel universo urbano y rural de aljamas se vio presionado por unas fuertes medidas uniformizadoras por parte cristiana. Ello condujo al desenlace morisco. Otra sociedad, con los mismos hombres, pero convertida por la fuerza a la fe cristiana y sometida a sus hábitos y costumbres. El choque era evidente y el destino final, la erradicación del grupo, no sólo se vio forzada por las presiones exteriores o las implicaciones políticas. El grupo se había convertido en un cuerpo extraño no bien integrado en el conjunto del mundo islámico y menos aún en la flamante nueva sociedad cristiana. Por ello debemos reflexionar sobre el antes y el después de nuestros antepasados musulmanes, los que se quedaron aquí, para obtener conclusiones de interés. Dos campos de investigación, mudejarismo y moriscología, deben fundirse no sólo en el centro unificador del Arabismo y del Medievalismo-Modernismo. Creemos que en sí mismos constituyen una materia de dedicación, de crítica y de reflexión sobre nuestro pasado, del que forman indisolublemente parte sin duda alguna. Con ello pretendemos aportar nuevos elementos de reflexión al diálogo entre el Islam y el Cristianismo, a ese necesario diálogo de civilizaciones que nuestras sociedades actuales no deben dejar de lado sino tener muy presente para ser capaces de desarrollarlo y, en definitiva, comprendernos mejor.