Papel fisiológico y utilidad terapéutica del receptor cannabinoide cb2 en modelos animales de ansiedad y depresión
- GARCÍA GUTIÉRREZ, MARÍA SALUD
- Jorge Manzanares Robles Director/a
Universidad de defensa: Universidad Miguel Hernández de Elche
Fecha de defensa: 04 de julio de 2011
- Rafael Maldonado López Presidente/a
- Pedro Zapater Hernández Secretario/a
- José Francisco Horga de la Parte Vocal
- Jesús Andrés García Sevilla Vocal
- Marta Rodríguez Arias Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
Los resultados obtenidos en este trabajo han puesto de manifiesto la relevancia del rCB2 en la regulación de la respuesta al estrés, ansiedad y depresión. Esta afirmación se puede justificar por los siguientes hallazgos: 1) la presencia del rCB2 en áreas cerebrales relacionadas con la respuesta al estrés, ansiedad y depresión, 2) el desarrollo de un endofenotipo conductual resistente frente a estímulos ansiogénicos (LDB, EPM) y depresogénicos (TST, NSFT, CMS) en los ratones que sobreexpresan el rCB2 (CB2xP), 3) las alteraciones en diferentes dianas implicadas en la respuesta al estrés, ansiedad y depresión (BDNF, eje HPA, GABAAgamma2 y GABAAalfa2) observadas en los ratones CB2xP, 4) los efectos ansiolíticos observados tras el tratamiento crónico con el antagonista del rCB2 AM630 y su asociación con incrementos en la expresión del gen del rCB2, GABAAgamma2 y GABAAalfa2 en la AMY, 5) los efectos ansiogénicos observados tras el tratamiento crónico con el agonista del rCB2 JWH133 y su asociación con incrementos en la expresión del gen del rCB2, GABAAgamma2 y GABAAalfa2 en la AMY, 6) la eficacia ansiolítica del bloqueo del rCB2 como consecuencia del tratamiento crónico con el antagonista del rCB2 AM630 en la raza DBA/2 que presenta ansiedad en condiciones basales, 7) la eficacia antidepresiva del bloqueo del rCB2 como consecuencia del tratamiento crónico con el antagonista del rCB2 AM630 en ratones expuestos al modelo animal de depresión CMS, y 8) la reducción del gen del rCB2 en la DLPFC de suicidas. Durante la última década, numerosos estudios han intentado identificar la presencia del rCB2 en el sistema nervioso central, pudiéndose detectar en el cerebro solamente en determinadas condiciones patológicas (Benito et al., 2005; Yiangou et al., 2006; Guzmán et al., 2001). Sin embargo, recientemente algunos estudios han podido medir la expresión génica del rCB2 en diversas áreas del cerebro de rata CC, STR, AMY, HIP, VM, SN, tubérculo olfatorio, núcleos talámicos, islas de Calleja, sustancia gris periacueductal, núcleo paratroclear, núcleo paralemniscal, núcleos pontinos, núcleo rojo, colículo inferior, núcleo espinal, cerebelo y tronco cerebral (Van Sickle et al., 2005; Gong et al., 2006; Onaivi, 2006). Esta tesis describe por primera vez la expresión del rCB2 en diferentes regiones (CPu, Acc, Cg, AMY, HIP, ARC, VMN, MnR, DR, SN) del cerebro de ratón, y su expresión proteica en las regiones CA2, CA3 y GD del HIP de ratón en condiciones basales. La presencia del rCB2 en áreas relacionadas con la respuesta al estrés, ansiedad y depresión, como el HIP y la AMY, sugiere la implicación de estos receptores en la regulación de los trastornos del ánimo. Inicialmente, se procedió a evaluar la implicación del rCB2 en la ansiedad y depresión mediante el estudio de la respuesta frente a diversos estímulos estresantes del ratón CB2xP desarrollado en nuestro laboratorio. Brevemente, el ratón transgénico CB2xP se construyó mediante el empleo del exón 1 y exón 2 del cDNA del rCB2 de ratón utilizando como promotor la proteína priónica. La utilización del mencionado promotor limita la sobreexpresión del rCB2 a regiones del SNC. Estudios previos desarollados en nuestro laboratorio confirmaron la sobreexpresión del rCB2 en el tálamo (95%), sustancia gris periacueductal (56%), médula espinal torácica (176%) y cervical (205%) de ratones CB2xP (Racz et al., 2008a; Racz et al., 2008b). Los resultados obtenidos en este trabajo completan la caracterización inicial de la sobreexpresión del rCB2 en los ratones CB2xP, extendiendo dicha sobreexpresión a numerosas regiones cerebrales como CPu (157%), Acc (182%), Cg (198%), AMY (64%), HIP (144%), VMN (134%), ARC (158%), SN (277%), DR (50%) y MnR (57%). Teniendo en cuenta la importancia del HIP en el procesamiento emocional, ansiedad y depresión, se analizó en detalle la expresión de la proteína del rCB2 en el HIP. Nuevamente, se confirmó la sobreexpresión proteica del rCB2 en las regiones CA2, CA3 y GD del HIP de los ratones CB2xP en comparación con sus homólogos naturales Swiss ICR. Una vez comprobada la sobreexpresión del rCB2 en los ratones CB2xP, se procedió a evaluar si la manipulación genética del rCB2 desarrollada en los ratones CB2xP se relacionaba con potenciales alteraciones motoras que pudieran falsear la respuesta conductual evaluada en los diferentes paradigmas experimentales de ansiedad y depresión empleados. La ausencia de diferencias en la distancia total recorrida entre los ratones CB2xP y sus controles Swiss ICR, indica que no existe ninguna alteración motora en los roedores transgénicos. Sin embargo, los ratones CB2xP presentan una mayor distancia central y una menor distancia periférica recorridas. Teniendo en cuenta la ausencia de diferencias en la distancia total recorrida, las diferencias encontradas entre los ratones CB2xP y Swiss ICR, en los parámetros distancia central y periférica recorrida, sugieren una menor vulnerabilidad de los ratones CB2xP frente a estímulos estresantes. Estos resultados preliminares se complementaron con la evaluación de la respuesta ante estímulos ansiogénicos en las pruebas LDB y EPM. La observación de una mayor resistencia ante estímulos ansiogénicos en los ratones CB2xP ha reforzado la participación del rCB2 en la regulación de la respuesta al estrés, ansiedad y depresión. Estos resultados se oponen a los efectos ansiolíticos observados tras la administración intracerebroventricular (icv) de un oligonucleótido antisentido del gen del rCB2 (Onaivi et al., 2006). Estas discrepancias podrían deberse a las diferencias encontradas en las condiciones experimentales empleadas en ambos estudios. Por un lado, la administración icv de la sonda antisentido del rCB2 empleada por el grupo de Onaivi (2008a) podría actuar en regiones cerebrales distintas a las sobreexpresan el rCB2 en los ratones CB2xP. A esta diferencia se le uniría el hecho de la variabilidad en las cepas empleadas en ambos estudios. Concretamente, Onaivi y colaboradores emplean las cepas de ratones DBA/2, C57BL/6 y BALB/c en contraposición a la cepa Swiss ICR empleada en la presente tesis. Asimismo, los ratones CB2xP presentan una mayor resistencia ante estímulos depresogénicos, de acuerdo con los resultados obtenidos en las pruebas TST y NSFT. De manera complementaria, los resultados obtenidos mediante el empleo de ratones desprovistos del gen del rCB2 (CB2KO) demuestran cómo la ausencia del mismo se relaciona con una mayor vulnerabilidad antes estímulos ansiogénicos y depresogénicos en las pruebas LDB, EPM, TST y NSFT (Ortega-Álvaro et al. 2011). El modelo CMS se ha convertido en un modelo animal de depresión de referencia como consecuencia de las similitudes en las alteraciones comportamentales y neuroquímicas observadas en los ratones y en pacientes depresivos. Concretamente, los roedores expuestos al CMS experimentan una reducción del consumo de una solución de sacarosa (anhedonia). Como ha quedado demostrado, los ratones CB2xP no presentan ninguna modificación del consumo de sacarosa tras 6 semanas de exposición al modelo CMS. Curiosamente, los ratones CB2xP presentan un mayor consumo de sacarosa en condiciones basales en comparación con los ratones Swiss ICR. Si bien el mecanismo exacto responsable de dicha diferencia continua sin ser caracterizado, esta diferencia sugiere alteraciones neuroendocrinas y/o periféricas debidas a la sobreexpresión del rCB2. Junto con la representación de signos y síntomas característicos de los trastornos depresivos en humanos como la anhedonia, el modelo CMS reproduce la perdida neuronal observada en pacientes depresivos. Los resultados demuestran como el modelo CMS induce una reducción de la expresión génica y proteica de BDNF en los ratones Swiss ICR estresados. Contrariamente, los ratones CB2xP presentan basalmente mayor expresión de BDNF que no se modifica tras 6 semanas de aplicación del modelo CMS. La ausencia de cambios en la expresión de BDNF en el HIP de los ratones CB2xP expuestos al modelo CMS sugiere la participación del rCB2 en la regulación de los procesos de neurogénesis en esta región cerebral. Con el fin de profundizar en los mecanismos sobre los que se apoyan las alteraciones comportamentales observadas, se analizaron posibles modificaciones funcionales en diferentes dianas implicadas en la respuesta al estrés, ansiedad y depresión, como el eje HPA y el receptor GABAA. El eje HPA se considera uno de los principales elementos implicados en la regulación del estrés, responsable de la respuesta endocrina, autónoma y comportamental. Concretamente, se han hallado alteraciones en el eje HPA en roedores y humanos con alteraciones en la respuesta al estrés. En ésta tesis los ratones CB2xP no experimentan modificaciones en la expresión génica de CRF en PVN y solamente se observa un ligero incremento de la expresión génica de POMC en el ARC tras treinta minutos de restricción de movimiento. Si bien se desconocen los mecanismos cocnretos implicados en estas respuestas los resultados sugieren potenciales alteraciones en los mecanismos de retroalimentación del eje HPA en los ratones CB2xP, como por ejemplo en la síntesis y liberación de CRF, coticotropina, corticosterona y/o en la función del rGC. La ausencia de efecto sobre la expresión de CRF en el PVN en los ratones CB2xP sugiere una alteración en los mecanismos que controlan la síntesis o liberación de CRF. Serán necesarios futuros estudios para examinar en detalle el papel del rCB2 en la regulación del eje HPA, por ejemplo estudiando los efectos de agonistas y/o antagonistas del rCB2 en ratones Swiss ICR. Una de las dianas más importantes en la regulación farmacológica de los procesos de ansiedad es el receptor GABAA. Este receptor GABAA está constituido por el ensamblaje de cinco subunidades de entre las 16 conocidas en la actualidad (Whitting, 2003). Los principales fármacos empleados en la clínica para el manejo terapéutico de la ansiedad, las BZD, ejercen sus acciones ansiolíticas mediante interacción con el receptor GABAA a través de sus subunidades alfa y gamma, facilitando las acciones inhibitorias del GABA en el SNC (Da Settimo et al., 2007). Específicamente las subunidades alfa2 y gamma2 son las más estrechamente implicadas en la regulación de los efectos ansiolíticos de las BZD (Low et al., 2000). Si bien la administración de la benzodiacepina APZ en los ratones Swiss ICR produce un significativo efecto ansiolítico, no se encuentran modificaciones en los ratones CB2xP. La ausencia efecto ansiolítico en los ratones CB2xP podría deberse, al menos en parte, a los mayores niveles de expresión génica de las subunidades alfa2 y gamma2 en el HIP y AMY de los ratones CB2xP en comparación con los ratones Swiss ICR. Estos resultados indican que la sobreexpresión del rCB2 modifica la expresión génica del receptor GABAA en áreas cerebrales implicadas en el procesamiento de la respuesta emocional. Por consiguiente, de estos datos se pone de manifiesto la implicación del rCB2 en la liberación del NT GABA. En este sentido, se han hallado reducciones de la señalización gabaérgica inhibitoria en cortes hipocampales tras la administración de JWH133 (50nM). Estos efectos se bloquean con la administración previa de AM630 (50nM) (Morgan et al., 2009), reforzando la implicación del rCB2 sobre la señalización gabaérgica. Son necesarios estudios más detallados para identificar la naturaleza de la interacción entre el rCB2 y el sistema gabaérgico en ratones Swiss ICR y CB2xP. En resumen, estos resultados ponen de manifiesto la relevancia del papel del rCB2 en los mecanismos que regulan los procesos de ansiedad y depresión. Además, los resultados obtenidos sugieren que la manipulación farmacológica del rCB2 podría considerarse de interés terapéutico en el manejo de patologías psiquiátricas que cursan con ansiedad y/o depresión. La idea para tratar de reproducir farmacológicamente en un ratón WT un escenario semejante al obtenido en un ratón que sobreexpresa el rCB2 se ha basado en el principio de que el tratamiento farmacológico con un antagonista de este receptor podría resultar en un aumento de la expresión del rCB2 que pudiera identificarse con un fenotipo conductual similar al observado en los ratones CB2xP. La administración aguda del antagonista de rCB2 AM630 (1 o 3 mg¿kg-1, ip) produce un efecto antidepresivo en la prueba TST en ratones Swiss ICR. Estos efectos no se observaron en los ratones CB2xP, probablemente porque el elevado nivel de expresión génica del rCB2 impida que las dosis utilizadas no sean suficientes para inducir efectos semejantes a los observados en loa ratones Swiss. Por otro lado, la administración crónica de AM630 bloquea los efectos del CMS sobre las pruebas TST y consumo de sacarosa. Estos resultados están en desacuerdo con los obtenidos por Onaivi y colaboradores (Onaivi et al., 2008) que no encuentran modificaciones en el consumo de una solución de sacarosa en roedores expuestos al modelo CMS y tratados con AM630. Las diferentes cepas, patrón de administración y dosis empleadas en ambos trabajos podrían explicar, al menos en parte, las diferencias conductuales observadas en ambos estudios. Concretamente, el grupo de Onaivi empleó las cepas de ratones BALBc mientras que nosotros hemos empleado ratones Swiss ICR. Asimismo, el AM630 fue administrado a las dosis de 1 o 3 mg¿kg-1 una vez al dia por el grupo de Onaivi, mientras que en este estudio se emplearon dosis de 1 mg¿kg-1 dos veces al día. Los cambios comportamentales observados en los ratones Swiss ICR estresados tratados con AM630 durante 4 semanas, se acompañan por el bloqueo de la reducción en la expresión génica y proteica de BDNF en el HIP de los roedores sometidos al modelo CMS. Adicionalmente, el modelo CMS resulta en reducciones de la expresión génica del rCB2 que se bloquean por la administración crónica de AM630. Los motivos específicos que podrían explicar este aumento de la expresión génica de rCB2 y BDNF inducido por AM630 en el grupo estresado quedan todavía por determinar. Una potencial hipótesis sería la posibilidad de que el AM630 actue de manera diferente dependiendo del nivel de actividad de BDNF y rCB2. Considerando dicha hipótesis, podría ser factible que en condiciones basales, el bloqueo del rCB2 inducido por AM630 no afectara a la regulación entre el rCB2 y el BDNF. Por el contrario, como consecuencia del aumento de la liberación de CE observado en determinadas situaciones de estrés (Gorzalka et al., 2008), se produciría una reducción de la expresión del rCB2 y BDNF. Estos cambios podrían resultar en una hipersensibilización del rCB2, que pudiera ser responsable, al menos en parte del incremento en la expresión de BDNF tras el tratamiento crónico con AM630. Serán necesarias futuras investigaciones que aborden la identificación de los mecanismos neuroquímicos exactos por los cuales el rCB2 regula la expresión de BDNF en condiciones de estrés mantenido. Estos experimentos apoyan la potencial utilidad terapéutica del rCB2 en la depresión. Teniendo en cuenta que la ansiedad y la depresión comparten prácticamente los mismos circuitos y regiones cerebrales se podría hipotetizar que la administración del AM630 podría resultar útil en el tratamiento de las patologías que cursan con ansiedad. Para determinar la relevancia de la manipulación farmacológica del rCB2 en la ansiedad se han realizado tratamientos agudos y crónicos con el agonista JWH133 y antagonista AM630 en modelos animales de evaluación de fármacos ansiolíticos. La administración aguda de JWH133 (0.5, 1 ó 2 mg¿kg-1, ip) no modifica la respuesta ante los estímulos ansiogénicos (ambiente desconocido y luminosidad) empleados en la prueba LDB. Es posible que las dosis de JWH133 empleadas no activen el suficiente número de rCB2 como para obtener cambios conductuales. En este sentido, la presencia de alteraciones motoras con dosis superiores a 2 mg¿kg-1 en la prueba OF (resultados no mostrados) dificulta la evaluación de dosis superiores a las empleadas en el presente estudio. De manera contradictoria, en otros estudios se han observado efectos ansiogénicos tras la administración del agonista del rCB2 JWH015 en la prueba LDB (Onaivi et al., 2006a). Por el contrario, este mismo agonista a la dosis de 20 mg¿kg-1 presenta propiedades ansiolíticas en la prueba EPM (Onaivi, 2006). Asimismo, se han observado propiedades ansiolíticas del agonista del rCB2 GW405833 (100 mg¿kg-1) en la prueba de enterramiento de piezas de mármol (Marble burying test) (Valenzano et al., 2005). Sin embargo, la interpretación de dichos resultados esta sesgada por la reducción de la actividad motora de los roedores tratados con las mencionadas dosis de agonistas. Si bien la administración de JWH133 no produce alteraciones comportamentales, la de AM630 (1, 2 ó 3 mg¿kg-1, ip) resulta en claros efectos ansiogénicos en la prueba LDB. Para determinar los mecanismos implicados en las alteraciones comportamentales observadas tras la administración aguda de AM630, se evaluó la implicación del rCB2 en los efectos ansiogénicos observados. Los resultados han demostrado que la ocupación del rCB2 por parte del JWH133 evita los efectos ansiogénicos del AM630. Aunque el bloqueo del rCB2 pueda modificar otras dianas relacionadas con la regulación de la respuesta ansiosa, el hecho de que este efecto ansiogénico pueda bloquearse por la administración previa de JWH133 indica que el rCB2 es el responsable de éstas acciones. Por otro lado, la administración crónica de JWH133 (0.5, 1 ó 2 mg¿kg-1/12 h/ 7 días) incrementa mientras que la administración de AM630 (1, 2 ó 3 mg¿kg-1/12 h/ 7 días) reduce la respuesta ansiogénica en las pruebas LDB y EPM. Es posible que la administración crónica de agonistas reduzca funcionalmente el receptor diana, mientras que el bloqueo continuado del receptor por antagonistas lo incremente. En este sentido, el análisis de la expresión génica del rCB2 en una de las principales regiones cerebrales involucradas en la respuesta al estrés y ansiedad, la AMY, revela una reducción de la expresión del rCB2 en los ratones tratados con JWH133 (0.5, 1 ó 2 mg¿kg-1). Asimismo, se han observado aumentos de la expresión del rCB2 en los ratones tratados con AM630 a las dosis de 2 y 3 mg¿kg-1. La ausencia de cambios en la expresión del rCB2 en el grupo tratado con AM630 a la dosis de 1 mg¿kg-1, puede deberse a la falta de sensibilidad por parte de la técnica de detección empleada. Estos resultados refuerzan la participación del rCB2 en los efectos comportamentales observados tras el tratamiento con AM630 y JWH133. La reducción funcional del rCB2 se relaciona con conductas ansiogénicas, hecho que se refuerza con las conductas ansiogénicas observadas en los ratones desprovistos del rCB2 (CB2KO). De manera complementaria, el incremento en la expresión del rCB2 se relaciona con una mayor resistencia frente a estímulos ansiogénicos en los ratones tratados con AM630, hecho que concuerda con el endofenotipo resistente ante estímulos ansiogénicos observados en los ratones CB2xP. Considerando la importancia del receptor GABAA en el mecanismo de acción de los fármacos ansiolíticos ha resultado pertinente analizar si las alteraciones observadas tras el tratamiento con JWH133 o AM630 podrían explicarse por modulación funcional de este receptor inhibidor. Con este objetivo se midió la expresión génica de las principales subunidades GABAAalfa2 y GABAAgamma2 en la AMY de los ratones tratados crónicamente con JWH133 o AM630. Los efectos ansiogénicos del JWH133 se relacionan con reducción de la expresión génica de la subunidad GABAAalfa2 a la dosis de 2 mg¿kg-1 y reducción de la expresión génica de GABAAgamma2 con las tres dosis ensayadas. Por otro lado, los efectos ansiolíticos del AM630 se acompañan por aumentos en la expresión génica de la subunidad GABAAalfa2 y GABAAgamma2 con las tres dosis empleadas. En este sentido, la sobreexpresión génica del rCB2 y los aumentos en la expresión de ambas subunidades inducidos por el AM630 se complementan con el aumento de la expresión de dichas subunidades gabaérgicas encontrado en la AMY de los ratones CB2xP. Si bien el mecanismo exacto de interacción entre el rCB2 y el receptor GABAA continua sin ser conocido, éstos datos apoyan la estrecha vinculación entre el rCB2 y el sistema GABAérgico. Los efectos ansiolíticos de AM630 en ratones Swiss ICR no son predictivos de la acción ansiolítica en ratones que presenten un elevado estado de ansiedad en condiciones basales. Por ello, para explorar la potencial utilidad terapéutica del antagonismo del rCB2 en los trastornos de ansiedad, se evaluaron los efectos de la administración crónica de AM630 en la cepa de ratones DBA/2 que presenta un elevado estado ansiogénico. La evaluación de la respuesta basal ante estímulos ansiogénicos en los ratones DBA/2 puso de manifiesto un mayor nivel de ansiedad en comparación con los ratones Swiss ICR. Estos resultados concuerdan con los resultados previos obtenidos en las pruebas de conducta EPM (Yilmazer-Hanke et al., 2003) y en la prueba del tablero con agujeros (Ohl et al., 2003). La evaluación de la respuesta en la LDB sugiere que en los ratones DBA/2 tratados con AM630 (a todas las dosis ensayadas) se reduce significativamente la respuesta ansiogénica en comparación con el grupo vehículo. Por consiguiente, estos resultados confirman la utilidad terapéutica del rCB2 en los trastornos de ansiedad. A lo largo de las últimas décadas, diferentes estudios han identificado alteraciones neuroquímicas en receptores dopaminérgicos, serotoninérgicos, glutamatérgicos y GABAérgicos en el cerebro de víctimas suicidas. En el cerebro, la PFC se ha considerado como uno de las regiones más relevantes implicadas en la fisiopatología de la depresión y suicidio. Concretamente, los estudios de neuroimagen y postmorten realizados en pacientes depresivos han hallado importantes alteraciones neurofisiológicas en múltiples áreas de la PFC así como en sus conexiones con otras áreas cerebrales (Manji, 2001; Sibille et al., 2004). Asimismo, se han detectado alteraciones del metabolismo de la glucosa, reducciones de la actividad y del volumen de la PFC, en pacientes depresivos (Manji, 2001; Sibille et al., 2004; Drevets, 2000). Además, la presencia de lesiones en la PFC se relaciona con el desarrollo de depresión y conductas impulsivas, y alteraciones en la inhibición de la conducta, toma de decisiones y expresión de emociones (Bechara and Van Der Linden, 2005; Mann, 2003). Las modificaciones en la toma de decisiones, probablemente como consecuencia de las alteraciones en el estado de ánimo, pueden constituir un factor de riesgo neuropsicológico para el suicidio. Teniendo en cuenta el papel neuromodulador del SCE sobre los principales neurotransmisores (Piomelli, 2003), es posible que las alteraciones observadas en el suicidio y los trastornos del ánimo puedan asociarse con modificaciones en diferentes elementos del SCE. Recientemente se han identificado elevados niveles del rCB1 y de la activación de proteínas G mediadas por el rCB1 en la DLPFC de víctimas suicidas depresivas. De manera análoga, se han hallado aumentos de los niveles del rCB1 y de la activación de proteínas G mediada por el rCB1 en la DLPFC de víctimas suicidas alcohólicas. La coincidencia en las alteraciones observadas entre las víctimas suicidas depresivas y acohólicas refuerzan la implicación de las alteraciones en el rCB1 en el suicidio más que con la depresión. Partiendo de dichas observaciones, y con el objetivo de profundizar en la participación del SCE en el suicidio, se ha analizado, por primera vez, la expresión génica del rCB2 en la DLPFC. Para ello las muestras seleccionadas corresponden a víctimas suicidas sin historia previa de depresión ni trastorno afectivo.Este trabajo constituye el primer estudio donde se revela una reducción de la expresión génica del rCB2 en la DLPFC de víctimas suicidas en comparación con sus controles. Estos resultados refuerzan la participación del rCB2 en la conducta suicida. A pesar de ello, dichos cambios no pueden relacionarse directamente con el suicidio per se o con alteraciones desencadenantes del suicidio. En conjunto, los resultados sugieren que la reducción funcional de los rCB1 y rCB2 se relaciona con un incremento de la vulnerabilidad para cometer suicidio. En resumen, los resultados presentados en esta tesis ponen de manifiesto la importancia del rCB2 en la neurobiología de los trastornos de ansiedad y depresión. La sobreexpresión del rCB2, tanto en ratones CB2xP como en los ratones Swiss ICR tratados con AM630, se relaciona con un endofenotipo resistente antes estímulos ansiogénicos y depresogénicos, así como con modificaciones de diferentes dianas implicadas en los procesos de ansiedad y depresión como BDNF, eje HPA y GABAA. Asimismo, la eficacia ansiolítica del tratamiento crónico con AM630 en los ratones ansiogénicos DBA/2 sugiere la potencial utilidad terapéutica del rCB2 en el tratamiento de los trastornos de ansiedad. Por último, las alteraciones observadas en la expresión del rCB2 en suicidas termina de completar el cuerpo de evidencias que avalan la implicación del rCB2 en la regulación de las emociones, reforzando la utilidad terapéutica de la modulación farmacológica del rCB2 en el tratamiento de los trastornos afectivos.