El tipo impositivo efectivo por impuesto sobre sociedadesestudio comparativo entre países de la unión europea
- PERAIRE SAUS, JOSEFINA
- Gregorio Labatut Serer Director
- Elisabeth Bustos Director
Universidade de defensa: Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir
Fecha de defensa: 23 de maio de 2017
- Sixto Álvarez Melcón Presidente/a
- Nicolás Sánchez García Secretario/a
- Salvador Climent Serrano Vogal
Tipo: Tese
Resumo
La Directiva 88/361/CEE de 1988 que permitía la libre circulación de capitales, condicionó las reformas posteriores sobre el Impuesto de Sociedades en Europa. De 1990 a 2007, los Estados disminuyeron de manera reiterada sus tipos nominales con la finalidad de atraer el capital empresarial. La bajada no se tradujo sin embargo en una reducción de los tipos efectivos. Con el advenimiento de la crisis en el 2007, el temor hacia una potencial caída en los niveles de recaudación y los posibles riesgos de viabilidad del Estado de Bienestar Europeo pusieron freno al descenso de los tipos estatutarios. La presente tesis doctoral trata de analizar la presión fiscal efectiva por impuesto de sociedades en las empresas europeas durante este período de crisis (2006-2014). La finalidad es múltiple; por un lado confirmar la existencia de diferencias en la presión fiscal soportada por las empresas de los distintos países europeos que pudieran estar influyendo en las decisiones de localización empresarial del factor capital (Objetivo 1); por otro, determinar si la estabilización de tipos nominales se ha plasmado en una estabilización de los tipos efectivos, que deseche los temores sobre el riesgo de sostenibilidad del actual Estado de Bienestar (Objetivo 2); finalmente, se lleva a cabo un estudio sobre la posible influencia de una serie de variables económico-empresariales en la tributación efectiva (Objetivo 3). La muestra fue tomada de la base de datos de información financiera Orbis, con más de 180 millones de empresas de todo el mundo, de las cuales estarían en activo alrededor de 150 millones. De éstas, las europeas contarían unos 54 millones. Se incluyeron deliberadamente sólo los 15 países pertenecientes a la Unión Europea hasta 2003, para evitar distorsiones en los resultados generadas por la desigualdad económica procedente de los países incorporados con posterioridad. Después se eliminaron las empresas del sector financiero. A continuación se seleccionaron las empresas cotizadas, para posteriormente escoger aquellas que únicamente presentaban estados consolidados, sometidos a un mayor nivel de armonización. El paso siguiente fue filtrar la muestra de aquellas empresas en las que no se pudiera calcular el TIE en alguno de los años del período de estudio. Finalmente, se llevaron a cabo doce procesos sucesivos de selección, para dejar la muestra reducida a aquellas empresas que, durante todos los años del análisis, tuvieran conocidos los datos necesarios para el cálculo de los indicadores sobre atributos económicoempresariales, cuya posible influencia en el TIE estudiar con posterioridad. La muestra resultante final contaba con 777 empresas. Principales hipótesis a contrastar: a) el TIE es igual para los quince países de la Unión; b) el volumen de las discrepancias entre efectivo y nominal, tanto en términos absolutos como en relativos, es igual para todos los países; c) el TIE se mantiene constante a lo largo del período objeto de estudio frente a una evolución decreciente del mismo; d) las discrepancias entre efectivo y nominal en valores absolutos permanecen constantes durante los nueve años, frente a una evolución decreciente en términos de incentivos (agravamiento de las condiciones fiscales a lo largo del período). Finalmente, se contrasta el tipo de relación (directa o inversa) entre el TIE y algunos atributos económico-empresariales como el volumen de activos, número de empleados, volumen de ingresos, intensidad de capital o gastos de I+D. La metodología empleada ha consistido, en primer lugar, en un análisis estadístico descriptivo con el cálculo de los principales estadísticos (media, mediana, desviación típica, máximo y mínimo), seguido de un análisis estadístico de tests de contrastes (Anova, Kruskal-Wallis, Diferencias de Medias Robustas, Jonkheere Terpstra), y finalmente un análisis econométrico a través de varios modelos de regresión lineal múltiple por el método de mínimos cuadrados ordinarios. Respecto al objetivo 1, en referencia al estudio por países, los resultados obtenidos aportan evidencia de la existencia de diferencias significativas en el nivel de presión fiscal entre los países para el período global 2006-2014. Éstas diferencias podrían haber estado influyendo en las decisiones de inversión de los agentes económicos. En el análisis descriptivo las empresas italianas son las de mayor tipo efectivo medio del período (34%), seguidas de las francesas (30’4%) y alemanas (28’7%). En el otro extremo se encuentran Bélgica (23’1%), Holanda (21’7%) e Irlanda (19%) en último lugar. La diferente presión fiscal viene explicada por un doble factor, tipos nominales distintos y niveles diferentes en el volumen de mecanismos fiscales independientes al nominal (deducciones, ajustes permanentes negativos y ajustes permanentes positivos). En cuanto al nominal, el país con el tipo medio del período más alto es Francia (35’2%) seguido de Bélgica (34%) e Italia (32’9%). En el otro extremo están Austria (25%), Grecia (24’5%) e Irlanda (12’5%). En cuanto al volumen de mecanismos fiscales independientes al nominal, se aporta evidencia de la existencia de diferencias significativas, tanto en términos absolutos como en términos relativos. El contraste de diferencias de medias robustas frente a Alemania revela diferencias significativas del país germano frente a todos los países en cuanto al TIE, frente a once países en cuanto a las discrepancias absolutas, y frente a diez en cuanto a las discrepancias relativas. Por otra parte, los mecanismos fiscales independientes al nominal tienen fundamentalmente un efecto neto incentivador, de disminución de la presión fiscal a partir del nominal (a través de deducciones y ajustes permanentes negativos superiores a los ajustes permanentes positivos). El análisis descriptivo muestra once de quince países en esta situación, siendo Bélgica el de mayor nivel de incentivos seguido de España y Portugal. Tan sólo cuatro países presentan desincentivos fiscales netos: Irlanda, Italia, Grecia y Dinamarca. También el análisis descriptivo muestra cómo, en general, los mecanismos fiscales independientes tienden a corregir los excesos de los tipos nominales: aplicando mecanismos incentivadores cuantiosos (por encima de la media) en países de tipos nominales altos, y no tan cuantiosos (por debajo de la media) o desincentivadores en países de tipos nominales bajos. Tan sólo Holanda e Italia difieren de este comportamiento, y por ello ocupan lugares extremados en la escala de ordenación de países por tributación efectiva Respecto al objetivo 2, en referencia al estudio por años, los resultados aportan evidencia empírica de la tendencia decreciente del TIE medio europeo a lo largo del período. Este comportamiento se ha podido ratificar en los países de mayor representatividad en Europa en número de empresas (Alemania, Dinamarca, Holanda, Irlanda, R.Unido y Suecia). Podemos concluir que, a pesar del temor por las posibles consecuencias de la crisis económica en los niveles de recaudación, el freno puesto por los países a las estrategias que venían siendo habituales del período anterior 1990-2005 de disminución sucesiva del nominal, no ha logrado impedir de manera efectiva la caída del TIE medio europeo en los años siguientes, que ha caído en torno a los 2 puntos porcentuales según el modelo econométrico. El análisis descriptivo muestra como dichas estrategias sobre el nominal no han sido eliminadas por completo, aunque sí debilitadas (el nominal medio europeo cae 5 puntos porcentuales entre el 2006 y el 2014, frente a los 8 de bajada de la década anterior). Por otra parte, se aporta evidencia empírica de la evolución decreciente de la media europea de incentivos fiscales netos, ratificada también en los países de mayor representatividad en número de empresas (Alemania, España, Finlandia, Reino Unido y Suecia). En concreto, se observa una disminución significativa a lo largo del período en torno a los 3 puntos porcentuales de acuerdo al modelo de regresión. Los tipos medios europeos, nominal y efectivo, están cada año más cerca. Sin embargo, y a pesar de todo ello, las medidas no han sido suficientes como para impedir que cayera la tributación efectiva por impuesto sobre sociedades. Ni la ralentización es una eliminación de la caída del nominal, ni la disminución de incentivos (3 puntos porcentuales) ha sido lo cuantiosa como para absorber esa caída (5 puntos). Consecuentemente como ya hemos dicho, el TIE medio Europeo presenta una disminución significativa en torno a los 2 puntos porcentuales a lo largo del período estudiado. Se observan pues algunos cambios con respecto a la evolución del período anterior. Antes del 2006, las reducciones, más intensas en el nominal, no iban acompañadas de reducciones en el TIE. La razón era la disminución de los incentivos fiscales netos en una cuantía suficiente como para absorber toda la caída del nominal (Fernández et al. 2008). A partir del 2006, sin embargo, se han detectado reducciones más suaves en el nominal, esta vez sí acompañadas de reducciones en el TIE. Esto se debe a que ahora las disminuciones en los incentivos fiscales netos son también mucho más suaves y no llegan a compensar la caída del nominal en su totalidad, trasladándose la diferencia a una reducción del efectivo. Fernández et al. (2008) detecta una caída de la tributación efectiva en el 2005, sin poder confirmar si se trata de una reducción puntual o de una nueva tendencia. Entre las contribuciones del presente trabajo está el poder confirmar que se trata de una nueva tendencia decreciente del TIE a partir de ese año. Finalmente respecto al objetivo 3, en referencia al estudio de los atributos económico-empresariales y su influencia en el TIE, los resultados muestran la variable Intensidad de Capital como la variable significativa más influyente. Presenta una relación inversa con el TIE y directa con el nivel de incentivos fiscales netos. Este resultado manifiesta la importancia de las deducciones por inversión en Activos No Corrientes dentro de la Unión Europea. En concordancia con esto los sectores Energía y Transporte, ambos intensivos en infraestructuras y por tanto en capital, están entre los de menor TIE y mayores incentivos fiscales