Doctrina social de la iglesia conciencia ambiental

Resumen

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA Y CONCIENCIA AMBIENTAL El tema que hemos elegido para este estudio nos parece de gran trascendencia por el conocimiento que conlleva de la persona y su misión en la tierra: cuidar de los otros seres humanos, especialmente de aquellos que no pueden cuidarse a sí mismos y del medio que les rodea. La Iglesia destaca, de acuerdo con el famoso principio de la “nobleza obliga” , cómo la especial relevancia y dignidad con la que el hombre ha sido creado sitúa a éste como máximo responsable del cuidado de la Creación . “La Doctrina Social de la Iglesia parte de una concepción del hombre y se desarrolla con vistas al hombre. Orientada a la vida del hombre y para hacer feliz al hombre” . Este es el fundamento esencial para comprender su relación con la naturaleza, con los demás hombres y con su Creador. El hombre ha sido creado en un ambiente necesario para su sustento y asimismo para su felicidad. Su convivencia con la naturaleza, además de ser necesaria, debe ser armoniosa y pacífica, pues el valor de la naturaleza para el hombre es esencial y al mismo tiempo placentero, ya que le ayuda a desarrollarse plenamente en aras de conseguir una mayor felicidad . La Iglesia, en su obligación de guiar el comportamiento humano para llevarlo hacia Dios, tiene una doble misión: de anuncio fiel de la doctrina y de denuncia de comportamientos y estilos de vida poco coherentes con la predicación y enseñanzas del Magisterio. Tarea de especial importancia y actualidad constante en el tema del cuidado del medio, que como estudiaremos está siempre al día de los acontecimientos y comportamientos de la persona. Y este es el estudio propio de esta tesis, ya que hallamos una línea continuadora dentro de los diversos pontífices respecto al tema del cuidado del planeta y su labor de concienciar a los hombres en su misión de cuidar y respetar el medio, si bien al mismo tiempo encontramos una relación entre su mensaje que va variando según los acontecimientos que invaden la realidad. La denuncia más clara que encontramos respecto a esta misión es la encíclica Laudato Si, más crítica respecto a los anteriores documentos presentados por anteriores pontífices con el sistema crematístico-tecnocrático, que la encíclica de Benedicto XVI, Caritas in Veritate. Pero no porque haya ningún cambio de pensamiento entre ambos Papas respecto a la obligación de los hombres de cuidar el medio o respecto a su dignidad o a la ley natural propia e inherente a la persona, sino porque el empecinamiento del hombre en mantener las injusticias por parte del sistema económico entre las fechas de ambas encíclicas, obliga a radicalizar la denuncia por parte de la Iglesia y su Magisterio, ante las numerosas injusticias que degradan la dignidad de la persona y en consecuencia a su entorno .