Vacunología y sanidad militarEvolución histórica de la organización, aplicación y elaboración de sueros y vacunas en España

  1. LÓPEZ GONZÁLEZ, JUAN MANUEL
Dirigida por:
  1. José Tuells Director/a

Universidad de defensa: Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante

Fecha de defensa: 05 de febrero de 2016

Tribunal:
  1. Rosa Ballester Añón Presidente/a
  2. Antonio García Belmar Secretario/a
  3. María José Báguena Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 402935 DIALNET lock_openRUA editor

Resumen

Desde que la R.O. de 2 de agosto de 1832 estableciera por primera vez en España, la obligatoriedad de la vacunación antivariólica de todos los efectivos militares que no pudieran acreditar haber padecido la enfermedad o haber sido vacunados, se emprendió un camino marcado por la dificultad del seguimiento y el control de lo ordenado. Como consecuencia se reprodujeron con cierta periodicidad brotes epidémicos de viruela en las tropas. La reiteración de normativas da una idea del problema para controlar la incidencia de la enfermedad en el Ejército. En efecto, se promulgaron la R.O. de 15 de enero de 1868, que obligaba a vacunar a todos los mozos a su ingreso a filas; la R.O. de 24 julio 1868, que habilitaba en cada Cuartel salas para el cuidado de los vacunados y revacunados; la R.O. de 7 de enero de 1873 con instrucciones reglar la vacunación y revacunación de la clase de tropa de la Península y Ultramar; la R.O. de 12 de mayo de 1882 –como resultado de las epidemias en la población española durante el decenio 1872-1881-, instando otra vez a la vacunación y revacunación hasta la tercera vez a la clase de tropa del ejército activo de la Península, islas adyacentes y posesiones de África. A esta deficitaria organización, insuficiente para obtener aceptables coberturas vacunales, se añadió la baja calidad de la linfa vacuna suministrada por los centros públicos y privados que surtían al Ejército. El terreno estaba abonado para requerir la creación de una institución militar productora de sueros y vacunas que, además de controlar la calidad del producto, pudiera coordinar las actividades de vacunación de las tropas y supervisar su cumplimiento estricto. Es decir, un organismo desarrollado por militares conocedores del medio, para solucionar una problemática en el ámbito de la actividad militar. Este trabajo ha pretendido exponer los puntos clave de la función que desarrolló el Instituto de Vacunación Militar, integrado posteriormente en el Instituto de Higiene Militar, expresando lo justificada que fue su creación para la correcta inmunización del personal militar, la preocupación constante de sus miembros en obtener una producción basada en los estándares de calidad de la época y, la necesidad de establecer un seguimiento estricto de la actividad vacunal como requisito esencial para el control de las infecciones en el Ejército. Demostrando, además, que podía suponer un significativo ahorro de costes para el Estado.