Entrenamiento respiratoriocambios en la presión inspiratoria máxima y relación con la funcionalidad del adulto mayor sano

  1. Roldán Aliaga, Ainoa
Dirigida por:
  1. Cristina Blasco Lafarga Directora
  2. Nieves María Blasco Lafarga Codirector/a
  3. María Carmen Gómez Cabrera Codirectora

Universidad de defensa: Universitat de València

Fecha de defensa: 20 de mayo de 2019

Tribunal:
  1. Jose Alberto Ramos Duarte Presidente/a
  2. Ignacio Martínez Navarro Secretario
  3. Amelia Ferro Vocal
Departamento:
  1. E. ESPORTIVA

Tipo: Tesis

Teseo: 592173 DIALNET

Resumen

Los programas multicomponente (MCTP) han demostrado su mejora sobre la capacidad funcional del adulto mayor, tanto en el ámbito cardiovascular (aptitud cardiorrespiratoria) como neuromuscular (fuerza de miembros superiores e inferiores). Sin embargo, estos programas no incluyen ni la evaluación, ni el entrenamiento de la musculatura respiratoria. Con el fin de analizar la relación entre la fuerza inspiratoria (MIP) y la función pulmonar (FVC, FEV1, FEV1/FVC, FEF25%-75%, PEF); y entre la MIP y la capacidad funcional en adultos mayores usuarios de uno de estos programas (EFAM-UV©), se han planteado tres estudios. Como criterios de inclusión: >60 años, sin enfermedad cardíaca, respiratoria, cognitiva, neuromuscular o de la caja torácica, no llevar prótesis dental y ser capaces de saltar sin dolor. Entre los resultados más relevantes, el Estudio 1 constata diferencias de género en la fuerza inspiratoria (mujeres n=55; 73,27±4,60 años; 45,47±14,46 cmH2O; hombres n=12; 71,84±4,25 años; 64,92±18,81 cmH2O; p=0,000). Estas diferencias explican que la asociación entre MIP y función pulmonar se reduzca significativamente al tener en cuenta la covariable género (rg para FVC=0,401, FEV1=0,396; FEF25-75%=0,327; PEF=0,436; p<0,010), por encima de la influencia de la covariable edad (re para FVC=0,439; FEV1=0,456; FEF25-75%=0,409). Lo mismo ocurre entre la MIP y la capacidad funcional (rg para 6MWT=0,360; HG=0,270 y re para 6MWT=0,397; HG= 0,404; 30”STS=0,276; p<0,05). El test de sentarse y levantarse muestra la relación mas baja para rg, probablemente porque no hay diferencias de género en su ejecución (30”STS=0,260). En todos los casos la correlación es entre moderada y baja, lo que sugiere considerar la adición del entrenamiento respiratorio. De nuevo, se confirma el efecto del género en el Estudio 2 (mujeres n=15; 72,41±4,21; 54,13±15,39 cmH2O; hombres n=9; 69,81±4,19 años; 84,78±16,33 cmH2O; p=0,000), donde la asociación con la velocidad del CMJ se reduce a rg=0,432 (p=0,040) y desaparece en relación a la potencia relativa del CMJ y al 5STS. Las asociaciones caen al considerar acciones más neurales. En ambos estudios, los diagramas de dispersión y la estandarización de los resultados (z-scores), confirman estas ideas. Dada la necesidad de entrenar la MIP, el diseño longitudinal del Estudio 3 (n=10; 68,70±3,93 años; 39,00±7,63 cmH2O), permite confirmar la viabilidad y beneficios del entrenamiento inspiratorio combinado con el MCTP EFAM-UV©. Tras 7 semanas mejoraron MIP, 6MWT y presión arterial (PAS y PAD): en %, ∆MIP=31,02±42,53; ∆6MWT=6,33±5,89; ∆PAS=-12,51±8,58, ∆PAD=-9,29±10,93; p<0,05, sin provocar cambios en la función pulmonar. Además, la asociación entre MIPPRE y ∆MIP (r=-0,821; p<0,05) indica que las mujeres que iniciaron la intervención con valores más bajos de MIP, mejoraron más. Estos resultados sugieren, por un lado, la necesidad de entrenar la musculatura inspiratoria de forma específica, tanto en hombres como en mujeres, y por otro, incluir la evaluación de la MIP en los programas de entrenamiento para adultos mayores.