Búsqueda de biomarcadores en el síndrome de fragilidad

  1. navarro martinez, rut
Dirigida por:
  1. Omar Cauli Director

Universidad de defensa: Universitat de València

Fecha de defensa: 12 de enero de 2018

Tribunal:
  1. Mariano Linares garcia Presidente/a
  2. Francisco Mora Miguel Secretario
  3. Pilar Pérez Ros Vocal
Departamento:
  1. INFERMERIA

Tipo: Tesis

Teseo: 527174 DIALNET

Resumen

En los próximos años, de mantenerse las tendencias demográficas de los ultimos años, se prevé un intenso proceso de envejecimiento. Las personas mayores son el grupo poblacional más heterogéneo en comparación con cualquier otro grupo de edad, y aunque un porcentaje accede al denominado “envejecimiento exitoso”, otros acumulan multimorbilidad y diversos deterioros asociados a la edad, con la consecuente disminución de la esperanza y la calidad de vida. Tradicionalmente, la mayor parte de la investigación del envejecimiento se ha centrado en la supervivencia y en las posibles intervenciones para prolongar la esperanza de vida. Sin embargo, la tendencia actual es considerar más importante la prevención de la discapacidad que el simple aumento de la longevidad. En este sentido, la relevancia del concepto de fragilidad ha aumentado considerablemente en los últimos años, pues parece existir cierto consenso en que ésta constituye un estado que antecede a la discapacidad. Por tanto, el diagnóstico de la fragilidad es de gran importancia al permitir identificar a las personas con mayor riesgo de desarrollar discapacidad. Una de las características más importantes de la fragilidad es que se trata de una condición dinámica, puede mejorar o empeorar con el tiempo e incluso invertirse. Por eso, el objetivo principal de la detección de la fragilidad es la intervención precoz y multidisciplinar con el fin de prevenir el deterioro funcional y la dependencia. Actualmente, el diagnóstico de fragilidad se base principalmente en la medición de parámetros funcionales, que tienen utilidad clínica limitada, consumen tiempo, en ocasiones difíciles de realizar y a veces no están validados o suficientemente estandarizados. Por ello, en los últimos años, la búsqueda de marcadores sanguíneos de fragilidad que puedan identificar o al menos contribuir a la identificación precoz de las personas frágiles de manera sencilla, a la vez que se solicita un análisis rutinario, ha cobrado especial importancia. Con este estudio se pretende identificar posibles marcadores sanguíneos de fragilidad, lo cual puede contribuir al desarrollo de nuevas herramientas clínicas con mayor poder diagnóstico y, por consecuencia, a mejora las decisiones terapéuticas con el fin de minimizar su progresión hacia la discapacidad, lo que ayudaría a disfrutar de una vejez más saludable y libre de discapacidad. Para alcanzar este objetivo se evaluaron, en una población geriátrica institucionalizada, sin discapacidad ni deterioro cognitivo, las relaciones existentes entre los subtipos de leucocitos, la vitamina D y el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) con la fragilidad y, en particular, con alguno de los cinco criterios de fragilidad descritos por Fried (pérdida involuntaria de peso, baja energía o agotamiento, movilidad lenta, debilidad muscular y baja actividad física). Nuestros resultados mostraron en relación con las subpoblaciones de leucocitos, una correlación positiva y significativa entre la puntuación de la escala de fragilidad de Fried y el porcentaje de neutrófilos (p < 0,05). Igualmente pudimos observar una correlación significativa entre el porcentaje de linfocitos con el número de criterios de Fried (p < 0,05), pero, en este caso, la relación fue en dirección opuesta. Estas asociaciones tambien fueron significativas para dos de los cinco criterios de fragilidad de Fried, baja fuerza muscular y baja actividad física (p < 0,05). La relación entre fragilidad y los niveles de BDNF no mostró ninguna asociación significativa, sin embargo, se observó una correlación positiva y significativa entre las concentraciones de BDNF con el índice de Barthel, una medida de la capacidad para realizar las actividades básicas de la vida diaria (p = 0,03), la subcategoría de concentración medida con mini examen del estado mental (Mini Mental State Examination (MMSE)) (p= 0,01) y el recuento de eosinófilos en sangre (p = 0,01). Además, el BDNF se correlacionó de manera inversa y significativa con la concentración de colesterol total (p = 0,04) y de colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL-c) (p = 0,04). En nuestro estudio los sujetos frágiles, en comparación con los individuos robusto, presentaron una disminución significativa de las concentraciones séricas de vitamina D (p < 0,01), sin embargo, esta disminución no se correlacionó significativamente con la gravedad del síndrome de fragilidad ni con ninguno de los criterios individuales de la fragilidad. Como conclusión nuestros resultados muestran la existencia de posibles biomarcadores de fragilidad relacionados con el sistema inmune y hormonal, los cuales no sólo contribuyen a la detección temprana de la fragilidad, sino también, nos permiten conocer los mecanismos biológicos que contribuyen a su desarrollo, con la consiguiente posibilidad de desarrollar o adaptar intervenciones de enfermería adecuadas para tratar, prevenir e incluso revertir el síndrome frágil.