El escultor Octavio Vicent Cortina

  1. Vázquez Navarro, Beatriz
Dirigida por:
  1. José Martín Martínez Director
  2. Francisco Carlos Bueno Camejo Codirector

Universidad de defensa: Universitat de València

Fecha de defensa: 05 de septiembre de 2017

Tribunal:
  1. Fernando Martín Martín Presidente/a
  2. Carlos Salas González Secretario/a
  3. Miguel Molina Alarcón Vocal
Departamento:
  1. HIST L'ART

Tipo: Tesis

Teseo: 518623 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumen

RESUMEN DE LA TESIS DOCTORAL DE BEATRIZ VÁZQUEZ NAVARRO TITULADA: “EL ESCULTOR OCTAVIO VICENT CORTINA” (Leída el 5 de septiembre de 2017 – Facultad de Geografía e Historia – Departamento de Historia del Arte – Universitat de València) El escultor valenciano Octavio Vicent Cortina (1913-1999) pertenece a la renovación figurativa de la segunda mitad del siglo XX. Su estilo es heredero del clasicismo helénico y de los escultores del noucentisme catalán y Aristide Maillol, sin olvidar la influencia del Quattrocento toscano y de los maestros italianos contemporáneos que trabajaron la piedra y el bronce, -tales como Marino Marini, Elia Ajolfi, Giacomo Manzú-, y el croata Iván Mestrovic. Pese a sus orígenes humildes, fue el artista valenciano que más esculturas monumentales realizó en la ciudad de Valencia, por delante de Mariano Benlliure. Octavio Vicent –su nombre artístico lo ideó en consonancia con la admiración que profesaba hacia el emperador romano Octavio Augusto, introductor como comitente de la estatuaria helenística- se dedicó también a la talla imaginera religiosa en madera policromada, obras profanas y retratos. Destacan los relieves dedicados a La Música Sacra y La Música Profana (1948, conservado en el Museo de San Pío V de Valencia), el Vía Crucis para la Iglesia de los Carmelitas en Managua (1955), el Monumento al Maestro Serrano (1963, Valencia), la Fuente de la Universidad Literaria (1964, Valencia), y el Monumento a Félix Rodríguez de la Fuente (1981, Madrid), entre otros muchos. El planteamiento de la Tesis Doctoral ha sido realizado con criterios holísticos, combinando varios métodos de investigación en la Historia del Arte; a saber: el biográfico, histórico-crítico e iconográfico e iconológico. Entre las fuentes que se han consultado destacan las hemerográficas; pues la prensa periódico es un recurso poco utilizado en la investigación de la Historia del Arte. Empero, no obstante, su objetividad ha permitido corroborar o desmentir los exiguos datos que se disponían acerca del escultor valenciano. El esquema general de la investigación, a tenor de los métodos empleados, ha seguido los pasos que detallamos a continuación. En primer lugar, hemos reconstruido pormenorizadamente la biografía de Salvador Octavio Vicent Cortina. Ha menester mencionar sus intensos vínculos con Italia. No sólo estudió en el país transalpino, sino también entabló contactos con diversos escultores itálicos de primera fila, mencionados ut supra. En segundo lugar, sus antecedentes escultóricos y la influencia que ejercieron en el artista; sobre todo, su progenitor, Carmelo Vicent Suria, y el maestro de éste, José María Ponsoda Bravo, quienes configuraron en Octavio Vicent una simbiosis entre imaginería y clasicismo. En tercer lugar, las técnicas artísticas, desde la idea primigenia trasladada al dibujo hasta el modelado y su ulterior transformación en bronce, así como la talla sobre materiales pétreos y lignarios. En cuarto lugar, el catálogo de las tipologías y arquetipos escultóricos. Creemos que en el estudio del artista no debemos atenernos únicamente a la obra concluida; sino que resultan fundamentales los numerosísimos bocetos con los que se aprecia la intervención primigenia del artífice. En quinto lugar, hemos hecho una selección de su vasta producción, pergeñando un extenso sílabo, entre los que cabe destacar ora sus obras señeras ora aquellas estatuas y relieves desconocidos que son notorias por su valor artístico intrínseco; así como aquellas otras que le otorgaron un reconocimiento internacional. En sexto y último lugar, previo a la conclusión, su pensamiento estético, en observancia con sus libros de cabecera, que vienen a corroborar su inclinación por la pervivencia de los valores clásicos, dentro de la escultura figurativa, en sintonía con el pensamiento de León Tolstoy.