Las imágenes conceptuales de María en la escultura valenciana medieval
- Rafael García Mahiques Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universitat de València
Fecha de defensa: 2017(e)ko otsaila-(a)k 10
- Alfredo José Morales Martínez Presidentea
- Reyes Escalera Pérez Idazkaria
- Maria Cristina Terzaghi Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
El presente trabajo parte de un estudio general sobre el desarrollo de los principales tipos iconográficos conceptuales de la Virgen en la Edad Media, que conforma la primera parte del mismo. Estos se han clasificado en dos grandes apartados: los que se fundamentan en la maternidad divina de María y los que tienen como objeto su glorificación. En el primer caso, se encuentra la Virgen sedente en majestad o Trono de Sabiduría, la Virgen como conductora, la Virgen de Ternura, la Virgen de la Leche y la Virgen de la Humildad, mientras que pertenecen al segundo el tipo de Maria Regina y Cristo Niño coronando a su madre. En la segunda parte, se analiza el fenómeno mariano bajomedieval a través de las representaciones escultóricas valencianas de carácter conceptual, incluidas las cruces de término o peirons, una delimitación que va más allá de la simple clasificación disciplinaria y que responde a la especificidad funcional de estas obras. Su materia y tridimensionalidad condicionan su ubicación y todo ello determina su función e incluso su cualidad de objeto sagrado, en el caso de imágenes devocionales, establecida por una serie de leyendas, que les otorga y ratifica su carácter milagroso. Al respecto, conviene hacer notar que, entre las representaciones pictóricas de María, sólo los iconos reciben una veneración similar y comparten con aquellas la formación de una leyenda que explica su origen. Todas ellas recibieron una consideración específica de la que careció cualquier otra imagen de María y que justifica su elección como objeto de estudio, aunque sin perder de vista el resto de imágenes narrativas. Comienza esta parte con un estudio sobre los posibles antecedentes paganos de obras como las cruces de término y los lugares donde habrían de erigirse, así como la pervivencia en época islámica de ciertos enclaves sagrados y lugares comunes de leyendas y acontecimientos prodigiosos. La necesidad de cristianizar el territorio, de arrebatárselo al Islam, no sólo militarmente, sino también anímicamente, explica la distribución y carácter tanto de las cruces de término, como de las imágenes de culto. Sin embargo, el análisis de la población musulmana en las décadas posteriores a la conquista permitirá restringir una posible función evangelizadora de las imágenes entre la comunidad islámica. Tras el estudio de los aspectos formales, la autoría y las ubicaciones específicas de las imágenes, el trabajo se centra en los tipos iconográficos y las particulares advocaciones (que no siempre coinciden) de las imágenes de culto, así como en las leyendas y tradiciones de origen medieval, para dilucidar su significación en la cultura de la sociedad valenciana de aquel tiempo. Destaca la discordancia entre advocaciones y tipos iconográficos. Aquellas se aplican indistintamente a cualquier tipo y responden a la necesidad de cimentar una lenta y difícil repoblación, sobre todo en el caso de las locales, estableciendo una seña de identidad, la imagen mariana, que reuniera a su alrededor a cada nueva comunidad cristiana. Así pues, la importancia social de estas imágenes trascendía su carácter de objeto cultural ya en la Edad Media, aunque la mayoría de leyendas que tratan de explicar su particular sacralidad, dotándolas de un origen remoto o de potencial milagroso, se pusieron por escrito en época moderna. Sin embargo, hay documentos que acreditan el origen medieval de algunas de estas tradiciones y, en cuanto a las obras literarias, puede establecerse una comparación con repertorios de milagros de otros territorios en los que se vivía una situación histórica similar, como las Cantigas de Santa María de Alfonso X. El estudio de unos y otras contribuirá a la comprensión de la función social y religiosa de las imágenes de culto. Las cruces de término, por otro lado, aparecen en miniaturas y grabados tardomedievales y renacentistas, normalmente del episodio de los tres vivos y los tres muertos, que evoca el sempiterno temor medieval a morir de forma trágica, sin posibilidad de confesión. Así pues, no es casual la asociación sistemática de una cruz de término con escenas de condenación del alma. Tampoco lo es encontrar estas obras en caminos y encrucijadas, dada su peligrosidad, al hallarse al margen de cualquier protección que pudieran ofrecer los núcleos de población. Al respecto, ha de entenderse el carácter eucarístico de sus programas iconográficos. En definitiva, las imágenes medievales de María en el antiguo reino de Valencia destacan su condición corredentora y salvífica, pero sobre todo su función de elemento aglutinador de las nuevas comunidades cristianas.