Cristianismo, revolución y renovación en Chile. El movimiento de acción popular unitaria (MAPU) 1969-1989
- Valenzuela Van Treek, Esteban
- Joan del Alcàzar Director
Universidad de defensa: Universitat de València
Fecha de defensa: 29 de septiembre de 2011
- Marc Baldó Lacomba Presidente/a
- Nuria Tabanera Secretaria
- Guillermo Mira Delli-Zotti Vocal
- Julio Pérez Serrano Vocal
- Pilar Cagiao Vila Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
El Movimiento de Acción Popular Unitaria (MAPU) fue un pequeño, pero influyente partido de la política chilena entre 1969 y 1989, nacido de la escisión de parlamentarios “comunitaristas” y los jóvenes “rebeldes” de la Democracia Cristiana. El nuevo partido fue protagonista de los dos principales procesos históricos de la izquierda a fines del siglo XX: a.- la creación de la Unidad Popular que llevó a Salvador Allende al poder en 1970, el que fracasó en medio del complot a dicho gobierno y las fuertes divisiones de la izquierda entre revolucionarios y reformistas, que llevó al propio MAPU a su escisión previa al golpe de estado en 1973 (nace el MAPU-Obrero Campesino, moderado), b.- el proceso de autocrítica y renovación de la izquierda socialista tanto en la clandestinidad en Chile como en Europa -con el influjo eurocomunista y la emergencia de alternativas socialistas democráticas-. Ambos MAPUs se hacen parte de la “renovación socialista” que concluye con una coalición histórica socialdemócrata-demócrata cristiana que desde 1990 gobierna Chile (Concertación de Partidos por la Democracia). Cambió el mundo y ellos se transformaron. Si en 1969 los “rebeldes” de la DC crearon el MAPU acusando a los socialcristianos de traicionar la “Revolución en Libertad” que impulsaba Eduardo Frei, en 1989 se disolvieron como orgánica política, ingresando al eje socialdemócrata conformado por el Partido Socialista (PS) y el Partido por la Democracia (PPD) para impulsar el “compromiso histórico” con la Democracia Cristiana. En dos décadas, pasaron de su fascinación con las revoluciones y el acercamiento al marxismo-leninismo, a ser lectores de Gramsci para construir una mayoría social y política con la misma DC de la cual nacieron. Durante esos veinte años se van entrelazando cristianismo y marxismo como rasgos claves desde su nacimiento. Esto es explicable por la fuerte corriente “progresista” en el seno de la Iglesia Católica incubada durante todo el siglo XX, cuya expresión institucional fue el nombramiento del Cardenal reformista Raúl Silva Henríquez y la creación del Movimiento Cristianos por el Socialismo, en que participan sacerdotes y laicos vinculados al MAPU. Otro componente distintivo es el generacional “universitario” que hegemoniza la dirección del MAPU en las principales ciudades (Santiago, Concepción y Valparaíso), provenientes de los movimientos de reforma universitaria. El MAPU es liderado por dicha élite, no obstante muchos de sus “cuadros” provengan de la reforma agraria, de Concepción y Valparaíso, y de una no despreciable presencia sindical urbana. El punto principal para comprender el nacimiento del MAPU es la radicalización ocurrida en Chile en la década de los sesentas, proceso paralelo al que se produjo en muchos países de América Latina, como consecuencia de las revoluciones, en especial la cubana, el “fracaso” de la opción desarrollista que implicaba la Alianza para el Progreso impulsada por Estados Unidos y la tendencia al mesianismo que se apoderó de la política, con muchos influjos del redentorismo católico y el reformismo universitario que marcaron dicha década.