El cosmopolitismo moral en Kantentre los límites del saber y la creencia

Laburpena

El Weltbürgerrecht kantiano se traduce por la última de las formas del derecho, una ordenación jurídica de alcance global que, complementando la legislación del derecho civil y del derecho de gentes, supone la garantía última para un uso pleno de la libertad externa del sujeto y, con ella, para la obtención de un estado de paz susceptible de propiciar una paz perpetua. Es derecho, y no filantropía, como se encargará de señalar Kant en Zum ewigen Frieden, la condición de posibilidad del desarrollo de las disposiciones morales del hombre, aquellas que le hacen digno de ser amado. Sin embargo, como señalará Kant en esta obra, el cosmopolitismo es un estado legal, o una ordenación jurídica, cuya condición de posibilidad es la hospitalidad. En este término reside una de las razones principales de esta investigación. Fue el intento de desentrañar la naturaleza de esta acción hospitalaria que hace posible la instauración de un estado global jurídico, que no es una acción legal, que tiene por fin el respeto de lo suyo del otro y de la que surge un derecho y un deber a la no explotación, lo que suscitó la necesidad de un estudio del significado del concepto cosmopolitismo en la obra kantiana. Una acción, como la de la hospitalidad, que implica el reconocimiento del otro como poseedor común de la tierra como medio necesario para establecer un estado que posibilite los fines de la moral, y siendo esta condición de poseedor una que se tiene en virtud de la capacidad de libertad, nos hace pensar más bien en un cosmopolitismo moral: un estado jurídico hecho posible gracias a una acción moral que tiene su origen en la comprensión de la naturaleza como ámbito susceptible de acoger los fines morales. Añadiéndose a esta condición hospitalaria el hecho de que el cosmopolitismo se presente en la filosofía kantiana como fin de una Naturaleza con mayúsculas, como adjetivo que define la intención de una razón en la interpretación de la historia de los hombres, como condición de posibilidad del desarrollo de las disposiciones morales, no nos parecía, en definitiva, que el cosmopolitismo pudiera ser definido en los simples términos de un derecho o sistema de leyes positivas al que pueda optar hasta un pueblo de demonios. Nuestra intención en esta tesis ha sido, pues, la de defender que el concepto de cosmopolitismo en Kant ha de ser entendido como un cosmopolitismo moral. Esta unión entre un concepto que se refiere al derecho y un adjetivo que lo califica como moral nos llevó a cuestionar el concepto de cosmopolitismo, tanto en su significación ideal (como concepto que se refiere a un objeto asintótico de la praxis humana) como en su comprensión a través de una mera racionalidad pragmático-técnica, no necesariamente ligada a una intención moral. Es decir, el cosmopolitismo kantiano, defendimos, había de ser localizado entre los límites del mero saber y los de la pura creencia, y podía ser considerado, por esto, un concepto clave en la filosofía cósmica del autor. Pues nuestra intención fue mostrar que este concepto juega un papel imprescindible en una filosofía de la praxis kantiana que, guiada por ideales y fines de naturaleza asintótica, es consciente de la necesidad de condiciones fenoménicas que respalden la acción concreta del sujeto moral en la persecución de los fines que la razón manda como deberes. El objetivo ha sido, en definitiva, comprender al cosmopolitismo en el marco de la reflexión trascendental kantiana, como un concepto que adquiere pleno significado en el intento de dar cuenta de la acción moral concreta, de la unión entre la naturaleza y la libertad. De acuerdo a una visión subjetiva pero necesaria de la naturaleza que muestra a ésta como un todo con sentido con gracias a la acción moral del sujeto, el hombre se propone la construcción de una sociedad global de derecho. Ésta sociedad o comunidad global, este sistema de estados fundado moralmente, hará posible una comunidad de comunicación universal efectiva o real mediante una estrategia de empoderamiento de todos los sujetos del globo, que, en el marco de un derecho adecuado a la moral, se encuentran a la vez capacitados para decidir los términos de una marcha de la humanidad que no tiene fin. Pensamos que esta investigación podía contribuir a ampliar la comprensión de un concepto de la filosofía kantiana cuyo estudio ha sido relativamente limitado y de escasa profundidad, a la vez que permitirnos repensar a Kant como un interlocutor de importancia relevante en el debate actual acerca del significado que un derecho cosmopolita debe comportar en el siglo XXI. Un debate que, profundamente influenciado por la filosofía moral, política y jurídica de este autor, y que se asienta en conceptos como el de pobreza, capacidades y derechos humanos, puede verse enriquecido por la reflexión jurídica y ética que apuesta por defender una concepción de la política y el derecho de carácter universalista.