Análisis químico y expertos en la España contemporáneaAntonio Casares Rodríguez (1812-1888) y José Casares Gil (1866-1961)

  1. Suay-Matallana, Ignacio
Dirigida por:
  1. José Ramón Bertomeu Sánchez Director

Universidad de defensa: Universitat de València

Fecha de defensa: 30 de junio de 2014

Tribunal:
  1. Josep Lluís Barona Presidente
  2. Antonio García Belmar Secretario/a
  3. Agustí Nieto Galán Vocal
Departamento:
  1. H.CIEN.DOCUM

Tipo: Tesis

Resumen

La presente tesis doctoral es una investigación en historia social y cultural de la ciencia que está centrada en dos químicos españoles contemporáneos: Antonio Casares Rodríguez (1812-1888) y José Casares Gil (1866-1961). No consiste en una biografía de ambos personajes sino que forma parte de un proyecto de investigación más amplio sobre la creación, el desarrollo y la consolidación de expertos en análisis químico en la España contemporánea. Para ello, se estudiarán diversos episodios de la biografía de los dos químicos españoles a través de cuatro elementos clave en la construcción de la autoridad científica: la formación académica y los viajes científicos, las publicaciones y libros de texto, los espacios en los que desempeñaron sus actividades y las controversias científicas en las que participaron. El análisis conjunto de dos miembros de una misma familia de científicos, padre e hijo, permite estudiar, además, el papel de las sagas familiares en la construcción de la autoridad científica, al mismo tiempo que ofrece posibilidades para la comparación de dos situaciones con abundantes rasgos comunes y también notables diferencias. El marco cronológico principal del trabajo se encuentra en los cien años situados entre las terceras décadas de los siglos XIX y XX. Dos fechas pueden servir aproximadamente para marcar los límites temporales. En 1836, Antonio Casares finalizó sus estudios de farmacia y comenzó a ejercer como catedrático de química aplicada a las artes en Santiago de Compostela. Cien años después, en 1936, se produjo la jubilación de José Casares como catedrático de análisis químico en la facultad de farmacia de Madrid, coincidiendo con el comienzo de la guerra civil española. El punto intermedio en ese período de cien años podría colocarse alrededor de 1888, cuando se produjo tanto el fallecimiento de Antonio Casares como el inicio de la carrera académica de José Casares como catedrático. Como es lógico, todas estas fechas son meramente indicativas y en algunos apartados, aunque de modo fugaz, se ha tenido en cuenta periodos precedentes (especialmente en el capítulo dedicado a los estudios de farmacia que siguió Antonio Casares), y posteriores (como por ejemplo en el capítulo que estudia los espacios en los que trabajó José Casares después de la guerra civil). Entre ambos personajes existieron continuidades, semejanzas y divergencias que incitan a la comparación: los dos estudiaron farmacia, ejercieron como catedráticos de química, redactaron numerosas publicaciones de análisis químico, se integraron en numerosas comisiones académicas e instituciones gubernamentales y, por supuesto, pertenecieron a una misma familia. Sin embargo, cada uno de ellos tuvo sus propios condicionantes temporales, sociales, económicos y existenciales. Su análisis comparado permite enriquecer el estudio sobre la construcción de la autoridad experta de la química española contemporánea. En relación con el marco geográfico, los personajes estudiados desarrollaron casi toda su actividad científica en Galicia y Madrid. En varios apartados también se consideran otros lugares como Barcelona (ciudad en la que José Casares ejerció dieciocho años como catedrático) y diversos países extranjeros (especialmente en el capítulo dedicado a los viajes científicos realizados por ambos químicos). Como se verá, todo ello permite combinar los recientes estudios sobre expertos con la historiografía sobre la circulación de la ciencia y los viajes científicos. Desde esta perspectiva, el trabajo se sitúa dentro de los estudios que buscan reformular los conceptos de centro y periferia, más allá de los planteamientos dicotómicos entre áreas productoras y receptoras. Frente al planteamiento difusionista tradicional, en este estudio se considera la circulación de la ciencia como un proceso creativo de producción de conocimiento. También se trata de evitar en este trabajo otra relación jerárquica: la habitualmente asumida entre investigación y enseñanza de las ciencias. Siguiendo los recientes trabajos sobre la historia de la pedagogía científica, de las prácticas de enseñanza y de los manuales escolares, se considera la enseñanza, al igual que la popularización de la ciencia, como un espacio creativo configurado por una gran variedad de protagonistas, muchos de los cuales, al igual que ocurre con los escenarios periféricos, suelen estar ausentes en las narraciones tradicionales de la historia de la ciencia. La investigación se ha distribuido a lo largo de cinco capítulos, que corresponden a aspectos considerados centrales para el estudio de la formación de los expertos químicos en España. Cada capítulo revisa el papel de Antonio y José Casares en los temas estudiados siempre explorando las posibles comparaciones entre las situaciones de ambos autores. Los capítulos comienzan con una introducción historiográfica sobre los estudios internacionales acerca del problema analiza para conectarlos con el contexto español de cada momento. A continuación se analiza la cuestión con episodios particulares de cada uno de los personajes por separado. Cada capítulo incluye unas conclusiones para cada uno de los personajes. Estas conclusiones parciales son sintetizadas al final de la tesis explorando las similitudes y diferencias entre ambos personajes en relación con los temas discutidos y la construcción de la autoridad experta. El primer capítulo ofrece una visión general de las biografías de Antonio y José Casares y de las múltiples actividades y trabajos que realizaron a lo largo de sus vidas. Comienza con una discusión historiográfica sobre las biografías científicas, sus diversos modos de escritura y usos. En él también se revisan y clasifican los más de ochenta trabajos biográficos localizados sobre Antonio y José Casares. En el segundo capítulo se discuten dos importantes fuentes de la autoridad de los expertos: la formación académica y los viajes de estudio. Antonio Casares fue un profesor formado en los tradicionales colegios de farmacia pero desarrolló su trayectoria científica en una época de grandes reformas de la enseñanza que implicaron la renovación de las facultades españolas en el contexto de en una época que se ha denominado como la “etapa intermedia” de la ciencia española. Por el contrario, José Casares se formó en el último tercio del siglo XIX pero gran parte de su actividad se produjo en un nuevo escenario (que habitualmente se califica como la “edad de plata” de la ciencia española) con nuevas instituciones como la JAE que desempeñaron un papel decisivo en la carrera de este personaje. En relación con los viajes científicos hay también diferencias significativas entre ambos. Antonio Casares se desplazó a estudiar farmacia a Madrid donde pudo construir una red de contactos académicos y políticos en importantes espacios de decisión. Sus viajes al extranjero fueron mucho menos relevantes para su carrera de lo que lo fueron para José Casares que realizó numerosos viajes de este tipo, tanto con fines formativos y académicos a diversas universidades alemanas, como en el terreno de la diplomacia y la mediación cultural en Latinoamérica. Esta diversidad de contextos, destinos y objetivos permite discutir el diverso papel de los viajes científicos en la configuración de la autoridad de los expertos. El tercer capítulo está centrado en las publicaciones de Antonio y José Casares. En él se recogen las conclusiones de los recientes estudios sobre la enseñanza de la ciencia y el análisis de manuales y libros de texto. Se analizan estas obras dentro del amplio circuito de interacciones entre autores, lectores y editores, siempre bajo las presiones de las políticas educativas, los programas académicos, la regulación de las publicaciones escolares y el mercado del libro. En primer lugar, se describen las estrategias de Antonio Casares para dirigir su libro hacia dos públicos distintos que representan dos sectores de lectores destinatarios muy importantes de obras química de la época: los estudiantes que seguían los cursos de la nueva enseñanza reglada en institutos de secundaria y facultades de ciencias; y los públicos interesados en las aplicaciones de la química a la industria y la agricultura. En el apartado dedicado a José Casares se discute otra importante cuestión relacionada con los libros de texto: su papel en la creación de identidades disciplinares en el caso de una nueva especialidad emergente como era la química analítica. En ambos casos se muestra que la publicación de manuales permitió a los dos protagonistas reclamar autoridad epistémica en territorios relacionados con el análisis químico, de modo que su saber podía ser legitimado para ser adoptado en la discusión de una amplia gama de problemas. El capítulo cuatro adopta una doble perspectiva inspirada en los ya mencionados estudios sobre los espacios y los lugares de la ciencia. Se analiza la relación entre las geografías del conocimiento y la construcción de la autoridad experta. Por un lado, se analiza el impacto que tuvo la labor de los expertos (químicos, médicos y geólogos) en la transformación de entornos físicos y su percepción social. Antonio Casares participó activamente en la valorización de nuevos balnearios y fuentes de aguas minerales en torno a los cuales existían importantes intereses económicos. En el siguiente apartado se adopta la perspectiva inversa y se analiza la acción del entorno espacial en la labor de los expertos. Se estudia desde esta perspectiva la circulación de José Casares a través de diversos espacios sociales y culturales, analizando su capacidad de adaptación a diversos contextos, tanto en entornos académicos y universitarios como en lugares públicos y políticos que contribuyeron a reforzar su autoridad científica y legitimidad como experto. El quinto y último capítulo está dedicado a las controversias científicas y su capacidad para reforzar (o, en ocasiones, debilitar o destruir) la legitimidad de los expertos para ofrecer su opinión autorizada en determinados ámbitos de actuación. En el caso de Antonio Casares, se estudia una controversia vinculada al análisis de las aguas en un balneario cuyas características se presentaron en el capítulo anterior. Se describen los protagonistas del debate, se analizan de modo simétrico sus principales argumentos y se presentan los principales medios de circulación de la controversia. Gracias a su paso a través de monografías médicas, tratados de análisis químicos, revistas profesionales y la prensa diaria, esta controversia permite recorrer diversos escenarios y públicos en la construcción del saber experto. En los apartados dedicados a José Casares se estudia su hábil manejo de algunas controversias en las que participó su padre para reivindicar la necesidad de repetir periódicamente los análisis de aguas. De este modo, José Casares potenciaba su propia legitimación como experto y reivindicaba su contribución como químico analista en la promoción económica e industrial del agua mineral. Finalmente, la tesis concluye con un apartado en el que se sintetizan los principales resultados alcanzados en los cinco capítulos anteriores y se relacionan las conclusiones obtenidas en torno a la configuración de Antonio y José Casares como expertos químicos en la España contemporánea. Por último, después de las conclusiones se ha incluido un apéndice documental en el que, además de la bibliografía consultada, se han añadido seis apartados: en los dos primeros se ha organizado la abundante producción bibliográfica de ambos autores, los dos siguientes consisten en dos tablas cronológicas que resumen los principales nombramientos, cargos y actividades relacionados con ambos personajes indicando sus archivos o fuentes de referencia, mientras que los últimos dos apéndices recogen las biografías sobre los dos personajes estudiados que se han localizado a lo largo de esta tesis doctoral. Datos de interés: El ejemplar impreso de la tesis doctoral consta de: 420 páginas. 05 capítulos distribuidos en 04 apartados principales correspondientes a cada uno de los químicos estudiados, a una discusión historiográfica y a unas conclusiones específicas. 06 Apéndices. 39 tablas e ilustraciones.