Cosmovisión liberal y ley natural. Claves antropológicas en la filosofía moral de Alasdair MacIntyre

Abstract

En la tesis se presenta un diagnóstico, que nos conduce a la imposibilidad de resolver nuestras controversias de forma moral. Tomando a Alasdair MacIntyre podremos adentrarnos en las razones de esta situación, en la que el pluralismo se presenta como la justificación incorregible de un conflicto irresoluble de diferentes formas de entender y vivir la moral, que nuestro autor denomina liberalismo. Una vez analizadas estas razones, y atendiendo a las críticas de las mismas, podremos adentrarnos en la antropología que se defiende desde los parámetros liberales. Esta antropología determina que cualquier resolución de conflictos debe resolverse necesariamente desde lo jurídico, cuantificándose cualquier daño de forma monetaria. MacIntyre denuncia esta situación, retomando una forma antigua de entender la moral, para analizarla y proponerla como correctora de la situación de incomunicación en lo moral que sufren nuestras sociedades: una comunicación sostenida desde construcciones teóricas que defienden una antropología del conflicto, y que remiten de forma continuada a metáforas beligerantes para atender a las relaciones entre seres humanos. A esta imposición ideológica interesada la llamaremos cosmovisión liberal. Hemos tratado de cosmovisión porque es una forma de atender a la realidad, al mundo, a las ciencias, al derecho y a las personas, que conduce a un atomismo social, y desde la que la colaboración se considera un acto ingenuo. Dos casos paradigmáticos pueden ser, desde la sociología, Goffmann, y desde la filosofía, Sartre. Una vez hemos analizado la cosmovisión liberal y sus insuficiencias podemos presentar la propuesta de MacIntyre. En su propuesta se atiende a la vulnerabilidad constitucional del ser humano y a la necesidad que tenemos unos de otros, una vulnerabilidad que desactiva el argumento de la cosmovisión liberal por el que cada uno es independiente del otro salvo en las circunstancias que buscan un beneficio mutuo, normalmente monetario. Pero, además, MacIntyre interpreta las tradiciones como formas de racionalidad vivas, desde las que pensamos y en las que sus participantes las varían y mejoran, al igual que las otras tradiciones que interactúan entre si. Desde esta interacción se crean las bases para tomar unos principios, de base iusnaturalista e irrenunciable, sobre los que construir formas de deliberación más adecuadas, capaces de resolver las controversias que se enquistan en nuestras sociedades. Estas controversias aparentemente irresolubles, de formas más o menos interesadas, son la mejor justificación posible para la defensa no sólo de una cosmovisión liberal, sino para exigir una propuesta más radical e invalidante de lo humano.