Interacción histórico-social y subjetividad en la obra de Wilhelm Dilthey

  1. Moya Espí, Carlos
Dirigida por:
  1. Fernando Montero Moliner Director/a

Universidad de defensa: Universitat de València

Año de defensa: 1981

Tribunal:
  1. Fernando Montero Moliner Presidente/a
  2. José Rubio Carracedo Secretario/a
  3. Francisco Secadas Vocal
  4. Ricardo Ibáñez Marín Vocal
  5. Sergio Sevilla Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 5615 DIALNET lock_openRODERIC editor

Resumen

El trabajo defiende la tesis según la cual la teoría diltheyana de las ciencias humanas surge de la pugna entre motivos románticos, que subrayan la historicidad del ser humano y la individualidad y peculiaridad de las formaciones histórico-sociales, y motivos positivistas: por un lado la insistencia en la uniformidad y en los elementos comunes a las diversas épocas históricas, en la explicación causal y las leyes en las que descansa; y por otro la tesis, que llega al positivismo a través del empirismo inglés y, en último término, del cartesianismo, según la cual todo conocimiento científico descansa en la inmediatez y certeza de los datos de conciencia. La pugna entre estos diversos motivos da lugar a la elaboración de una teoría de la interacción histórico-social que pretende clarificar el carácter de las relaciones causales en el mundo histórico, en orden a justificar el surgimiento y la configuración creadora de totalidades individuales en el mismo, así como la posibilidad de una comprensión de las mismas que tenga validez universal. En este contexto, la tesis sitúa en un lugar central la afirmación de Dilthey según la cual el ser humano es un “punto de cruce” de la interacción histórico-social; así, Dilthey tiende a concebir la experiencia interna y la vivencia, no tanto (o no sólo) como un ámbito privado y cerrado, al modo cartesiano, sino como un espacio abierto, resultado de la interacción del ser humano con su entorno y con los grandes sistemas sociales. Ello no significa que la concepción cartesiana de la experiencia como inmediata e infaliblemente presente a la conciencia, que pervive en el empirismo inglés y en el positivismo de Stuart Mill, no siga estando presente en la concepción que Dilthey tiene de la vivencia y, por consiguiente, de su expresión y comprensión. El siguiente texto de Dilthey bien podría haber sido escrito por Hume: “Un sentimiento es en la medida en que es sentido y es tal como es sentido”. La historicidad del ser humano, procedente del romanticismo y del “movimiento alemán”, se ve matizada por la insistencia positivista en la importancia de la explicación causal, dando lugar a la concepción indicada de un ser humano como un “punto de cruce” de la interacción histórico-social, pero esta orientación no elimina del todo el motivo según el cual la fundamentación de las ciencias humanas descansa en la inmediatez e infalibilidad de los datos de conciencia. Ambas líneas coexisten en el pensamiento de Dilthey, dando lugar a tensiones en su aproximación a la hermenéutica y la comprensión de las objetividades histórico-sociales. Así, la segunda orientación, que podemos denominar la “perspectiva psicológica”, tiende a concebir la comprensión como un proceso de carácter fundamentalmente psíquico, en el que el intérprete proyecta y revive su propia vida mental en la obra que trata de comprender; por el contrario, la primera orientación, que podemos denominar la “perspectiva del significado”, tiende a concebir la comprensión como la captación de significados, que como tales rebasan el ámbito psicológico y poseen autonomía propia, independiente de los estados mentales de su creador. En el desarrollo de la obra de Dilthey, la perspectiva del significado tiende a imponerse progresivamente sobre la perspectiva psicológica. En relación con ello, en la tesis se defiende el carácter trascendental de la fundamentación diltheyana de las ciencias humanas (o “ciencias del espíritu”), en oposición a otras interpretaciones de dicha fundamentación.