Medición objetiva y percepción subjetiva de los niveles de actividad física en una muestra de niños escolares
- Ballester Asensio, Esther
- Pilar Codoñer Franch Zuzendaria
- José María Tenías Burillo Zuzendaria
Defentsa unibertsitatea: Universitat de València
Fecha de defensa: 2015(e)ko abendua-(a)k 18
- Rosa María Cibrián Ortiz de Anda Presidentea
- Enrique Sanchis Sánchez Idazkaria
- Pascual Barona Zamora Kidea
Mota: Tesia
Laburpena
El sedentarismo durante la infancia y adolescencia repercute directamente en los niveles de salud de la población. La actividad física se relaciona con una disminución del riesgo de obesidad e hígado graso y mejoría del perfil cardiometabólico en general, mayor masa ósea y fuerza muscular, e incremento en el desarrollo cognitivo a edades tempranas. Con este fin se ha recomendado la práctica de actividad física de intensidad moderada y/o vigorosa al menos durante 60 minutos diarios en niños mayores de 5 años, habiéndose desarrollado diversas guías para población infantil. Diferentes estudios demuestran unos niveles de sedentarismo altos siendo las niñas más sedentarias que los niños, y un cumplimiento de recomendaciones bajo en general en niños de cualquier edad. Estos niveles bajos de actividad física disminuyen aún más en las últimas etapas de la infancia, siendo los preadolescentes el grupo más afecto en cuanto al sedentarismo. La actividad física está influenciada, además, por el contexto familiar (recomendaciones paternas y sedentarismo de los padres) y escolar (programación de las clases de educación física) así como las horas de luz diarias, estación del año y disponibilidad de espacios abiertos o zonas ajardinadas. Se han descrito múltiples métodos de cuantificación de actividad física, siendo los cuestionarios y el registro de los sensores de movimiento (acelerómetros) los más utilizados por su sencillez de manejo y buena correlación demostrada con los métodos directos (observación, calorimetría, agua doblemente marcada o consumo de oxígeno). El objetivo principal de nuestro estudio fue describir los niveles y patrones de actividad física de una muestra de preadolescentes de entre 10 y 13 años en nuestro medio. Como objetivos secundarios planteamos determinar el índice de cumplimiento de las recomendaciones internacionales de forma global, por edad, sexos y periodos (entre semana y fin de semana); definir las cifras de sobrepeso y obesidad de nuestra muestra; estudiar las correlaciones entre medidas antropométricas y actividad física; y conocer las puntuaciones obtenidas con un cuestionario de actividad física y su asociación con los registros objetivos del acelerómetro. Un total de 106 escolares correspondientes a los cursos de quinto y sexto de primaria de colegios públicos y concertados del área de Valencia dieron su consentimiento para la participación en el estudio. Se realizaron las mediciones antropométricas (peso, talla, perímetro de cintura, perímetro de cadera, perímetro braquial, pliegue tricipital, pliegue bicipital, pliegue subescapular y pliegue suprailíaco) y registro de tensión arterial con frecuencia cardiaca en todos los niños. Se consideraron las curvas de crecimiento de Carrascosa et al1 para población española y se aplicaron los criterios de la IOTF (International Obesity Task Force) para la definición de sobrepeso y obesidad siendo sobrepeso un IMC (Índice de Masa Corporal) mayor o igual al percentil 85 y obesidad mayor o igual al percentil 95. Para valorar la percepción subjetiva de los niveles de actividad física de la muestra se empleó el cuestionario del INTA (Instituto de Nutrición y Tecnología de Alimentos de Chile) redactado en castellano y validado con acelerómetro previamente por Godard et al2. La cumplimentación del cuestionario fue tutelada por el equipo investigador, padres o profesores. Se recogieron 105 cuestionarios. El registro objetivo de actividad física se realizó mediante el acelerómetro Actical® versión 2.12 de Respironics Company® que permite la captación de movimientos en todos los planos. De los 106 componentes de la muestra inicial, 89 niños (84%) presentaron registros de acelerometría válidos y fueron incluidos en el estudio. El seguimiento se realizó durante una semana y se requirió la retirada del dispositivo sólo para las actividades acuáticas y descanso nocturno. Se contabilizaron como “periodos de olvido” las franjas de 60 minutos seguidos sin captación de movimientos y no se computaron en las horas analizadas. Se aceptaron los registros de actividad con un mínimo de 10 horas diarias en los siete días de la semana. El cumplimiento de recomendaciones se valoró atendiendo a los criterios de 3, 4 y 5 METs (medida de equivalente metabólico) como punto de corte entre actividad ligera y moderada. La descarga de los registros a nuestra base interna se realizó mediante el programa original del Actical® y el tratamiento estadístico de los datos se llevó a cabo con el programa PASW 18.0 (SPSS Inc). Los escolares pasaron la mayor parte del tiempo en actividad sedentaria, con una media de 1070 minutos diarios. Se registraron 50,4 minutos al día en actividad moderada correspondientes a 60 minutos ± 21,6 DE en niños y 40,8 minutos ± 19,2 DE en niñas (p<0,001) para el límite de 3 METs. El cumplimiento de recomendaciones fue mayor entre semana que el fin de semana con un 36% en cifras globales y un mayor porcentaje de niños que de niñas adecuadamente activos (57,1% vs 17%, p< 0,001). Ningún niño en rango de obesidad y sólo un 33% de los niños con sobrepeso realizaron los 60 minutos diarios de actividad física moderada/vigorosa (AFMV) recomendados frente al cumplimiento de la recomendación en el 38,5% de niños con normopeso. La correlación entre la puntuación total del cuestionario y los tiempos descritos en cada actividad con respecto a los registros objetivos del acelerómetro fue baja en general. La correlación más elevada se encuentra entre el tiempo definido por los niños en “juegos al aire libre” el fin de semana y la actividad moderada del fin de semana por acelerometría (rho= 0,38, p<0,05). Nuestros datos sugieren que el empleo de este tipo de cuestionarios en niños está sujeto a limitaciones y son necesarias más investigaciones en este campo para sistematizar su uso en las consultas de pediatría. La medición objetiva mediante acelerometría proporciona información fiable de los patrones de actividad física en niños y descubre un cumplimiento de recomendaciones bajo en la etapa de la preadolescencia. Resulta necesario implementar estrategias de promoción de salud y actividad física desde la infancia como prevención primaria de las patologías asociadas al sedentarismo en niños y adultos.