Los cuidados de las aves de caza. Estudio de la medicina de las aves a partir de los tratados castellanos de cetrería (siglos XIII - XVI)
- Olmos de León, Ricardo M.
- Carmel Ferragud Domingo Director
Universidad de defensa: Universitat de València
Fecha de defensa: 29 de enero de 2016
- José Manuel Fradejas Rueda Presidente/a
- María Luz López Terrada Secretario/a
- Baudouin Van Den Abeele Vocal
Tipo: Tesis
Resumen
La caza con aves de presa fue una actividad muy difundida en la Europa Occidental, especialmente durante la baja Edad Media, y una prueba de ello son los numerosos tratados de cetrería –escritos en latín y en las diferentes lenguas vernáculas– que han llegado hasta nuestros días en más de cuatrocientos manuscritos. Una gran parte del contenido de estas obras –cuando no todo– es de carácter médico y recoge instrucciones para la cura de las enfermedades de las aves de caza, así como regímenes para la conservación de la salud de las mismas. De este modo, los tratados de cetrería constituyen una valiosa fuente para el estudio de los cuidados de estos animales en la Edad Media y Renacimiento, especialmente de su vertiente teórica o doctrinal. En el presente trabajo se aborda el estudio de los cuidados de las aves de cetrería en el mencionado periodo, para lo que se ha seleccionado un corpus que incluye la mayor parte de los tratados castellanos, abarcando con ello el periodo comprendido entre mediados del siglo XIII y mediados del XVI. Este corpus presenta una heterogeneidad notable, pues contiene tanto las primeras traducciones castellanas del latín y del árabe, como obras originales de cazadores y halconeros castellanos, observándose también grandes diferencias en la extensión y estrategias compositivas. El recurso a un importante número de tratados permite una aproximación de conjunto que facilita, o incluso hace posible, la comprensión de los contenidos médicos en ellos recogidos; ello resulta especialmente relevante si se tiene en cuenta que la intención práctica de estas obras tuvo como consecuencia una exposición carente de detalladas justificaciones o explicaciones racionales de las prescripciones. Así pues, el objetivo principal de esta tesis es la localización minuciosa de toda la información médica contenida en el corpus de estudio –en muchas ocasiones breves y dispersas menciones– para intentar, a partir de ella, aproximarse a la visión que los antiguos cazadores tenían de sus aves, de su anatomía y fisiología y de los procesos patológicos que en ellas se desarrollaban, así como de las estrategias para conservar o recuperar la salud de las mismas. Para organizar e interpretar toda esta información se recurre al marco conceptual que la medicina humana había desarrollado para enfrentarse al problema de la salud y la enfermedad –el galenismo–, así como a la práctica médica a él asociada. De este modo, la información anatómica y fisiológica de las aves encuentra en las res naturales del galenismo –elementos, humores, complexiones, miembros virtudes, espíritus y operaciones– los conceptos apropiados para describir y comprender el cuerpo de las aves y su funcionamiento, ocupando el concepto de humor y el de complexión un lugar destacado en el discurso médico de los tratados de cetrería. Todos los conceptos de las res non naturales de la doctrina galénica –aire, ejercicio, alimentación, evacuación, sueño y emociones– pueden encontrarse en las obras del corpus como elementos apropiados para establecer un régimen adecuado de las aves que garantice su salud, como causas externas de las enfermedades y como recurso terapéutico. También los tres conceptos de que el galenismo se sirvió para organizar y comprender todo lo relacionado con la enfermedad, las denominadas res praeternaturales –enfermedad, causa y accidente– constituyen un marco conceptual apropiado en el que se interpretan las enfermedades de las aves, observándose notables semejanzas entre las enfermedades de estos animales y las de las personas, así como entre las explicaciones causales ofrecidas para unas y para otras. Las enfermedades humorales –principalmente acumulación y alteración de alguno de los humores– ocupan un lugar destacado entre las dolencias de las aves, aunque la alteración de las cualidades –calor, frío, sequedad y humedad– también se presenta con frecuencia como explicación de enfermedad. La vertiente práctica de la medicina, entendida como el conjunto de operaciones deducidas de la teoría que permitirían recuperar la salud perdida por la aparición de diversas enfermedades, ofrece un campo en el que las coincidencias de la medicina de las aves y la medicina humana se hacen más patentes, precisamente por el predominio de este tipo de información en las obras de cetrería. Los tres recursos terapéuticos de la medicina humana –régimen, medicamento y cirugía– se encuentran bien presentes entre las prescripciones de los cazadores, pudiéndose constatar, además una gran semejanza entre las curas ofrecidas en las obras del corpus y las contenidas en los tratados de medicina humana para enfermedades semejantes. Todo ello pone de manifiesto que la cura de las aves de caza –o al menos su vertiente doctrinal– recurrió en gran medida a la medicina humana para su desarrollo, bien trasladando directamente remedios concretos, bien adoptando un marco conceptual que resultó igualmente apropiado para comprender el funcionamiento del cuerpo de humanos y animales, como para explicar las enfermedades de ambos y encontrar remedios para las mismas.