Sexualidad y salud sexual en la construcción de las identidades de género y la orientación del deseo sexual en adolescentes

  1. Beltrán Navarro, Álvaro
Dirigida por:
  1. Amparo Bonilla Campos Directora

Universidad de defensa: Universitat de València

Fecha de defensa: 15 de enero de 2016

Tribunal:
  1. Rafael Ballester Arnal Presidente/a
  2. Isabel Martínez Benlloch Secretario/a
  3. Mercedes García Ruiz Vocal
Departamento:
  1. Personalitat, Avaluació i Tractaments Psicològics

Tipo: Tesis

Resumen

Esta tesis se inscribe en la reflexión sobre las relaciones de la dimensión sexual humana con el desarrollo de la salud sexual, entendiendo esta como un proceso en el que influye lo biológico, se enraiza en lo psíquico y se matiza en lo social. De manera más específica se pretende conocer qué dimensiones facilitan o ponen en riesgo la salud sexual de las personas adolescentes, si estos factores afectan de forma diferente a chicos y chicas autoidentificados como heterosexuales y a personas con identidades situadas al margen del rígido modelo dimórfico, bien debido a una orientación que se aparta de la heterosexualidad hegemónica o una identidad de género que no se corresponde con el sexo asignado: gais, lesbianas, bisexuales y transexuales. Esta búsqueda de relaciones entre la dimensión sexual humana y el desarrollo de la salud sexual se traduce en el siguiente objetivo general de esta investigación, que se divide en dos: Conocer si la salud sexual está determinada por las identidades de género y las orientaciones del deseo sexual en adolescentes. Y, si lo está, descubrir e identificar los factores personales y del entorno social que facilitan la vivencia de una sexualidad saludable y cuáles suponen un riesgo para la salud sexual. La inquietud alrededor de estas cuestiones y el interés por mejorar las intervenciones alrededor de la salud sexual en adolescentes hace que se haya planteado desarrollar un diseño de investigación con metodología cualitativa, situando en un primer plano las posiciones y discursos de jóvenes y adolescentes, enfatizando los elementos subjetivos en cada una de las posiciones sociales ocupadas, siendo la entrevista semiestructurada en profundidad la técnica de investigación utilizada. La salud sexual es el concepto central sobre el que se va a estudiar su conformación y desarrollo en personas adolescentes. La necesidad de operativizar este concepto parte de las definiciones dadas por organismos internacionales, como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de Salud (OPS) para desarrollar un modelo conceptual para el estudio de la salud sexual, así como la adaptación, elaboración y validación del instrumento de toma de datos utilizado en esta investigación, tomando como base la valoración que del mismo han hecho personas expertas en la temática de estudio. El guion final de entrevista se aplicó a una muestra de 19 adolescentes, de 16 a 19 años, con identidades y orientaciones sexuales diversas. Los resultados indican que los factores que suponen un riesgo para la salud sexual de las personas adolescentes que han participado en este estudio, en el ámbito personal, están relacionados con la hegemonía de un modelo médico-preventivo de salud sexual, heteronormativo y genitalista, que asocia la sexualidad a las conductas sexuales, y con la prevalencia de las identidades genéricamente determinadas; respecto al ámbito social, esos factores se vinculan con un apoyo familiar fundamentalmente asociado a los riesgos, heteronormativo y homofóbico, con una falta de apoyo educativo e institucional, y con un entorno social sexista y con prejuicios hacia la diversidad sexual. Respecto a los factores facilitadores de la salud sexual, en el ámbito de lo personal, están asociados con el ejercicio de la reflexividad y la elaboración crítica de la propia identidad sexuada basada en su biografía, el autoconocimiento y el empoderamiento como sujetos autónomos, que permiten tomar una distancia crítica de los códigos y mandatos normativos; respecto a los factores sociales, los elementos facilitadores de la salud sexual se asocian con un apoyo familiar incondicional, abierto y respetuoso en temas de sexualidad humana, con unas relaciones de amistad donde puedan sentir aceptación de su identidad y con una posición crítica frente a los modelos sociales normativos alrededor de la sexualidad y el género. De deduce de ello que sólo las personas que han desarrollado procesos reflexivos, bien por circunstancias peculiares de su historia de vida o bien por la vivencia de la diferencia respecto a la norma, que han situado en algún momento de su desarrollo en un primer plano la construcción de su identidad singular, tienen posiciones equitativas respecto a la otredad y en las relaciones de pareja, mostrando habilidades de comunicación y de manejo de la presión del grupo, incluyendo más elementos de satisfacción en sus vivencias sexuales. La reflexividad y la capacidad de pensarse, más allá de los estereotipos establecidos socialmente sobre lo que significa ser hombre o mujer, se convierte en la propiedad clave que permite crear condiciones de posibilidad de salud sexual. El trabajo concluye que los procesos saludables alrededor de la sexualidad están asociados con el desarrollo responsable y consciente de una identidad que, tomando una distancia crítica de las normativas sociales establecidas, puede construir la propia subjetividad a través de un proceso dinámico, flexible, abierto y diverso, lo cual permite resignificar la realidad externa, tomando conciencia del lugar situado y reparar y reelaborar el camino trazado bajo las directrices androcéntricas y heterosexistas, poco facilitadoras de salud sexual. Cualquier política sanitaria que pretenda atender a la asunción de la responsabilidad sobre la salud sexual por parte de los sujetos ha de contemplar dos áreas de intervención que se reflejan en la propuesta de un modelo para promover las salud sexual: por un lado, crear espacios para escuchar y reflexionar, promoviendo el desarrollo de los procesos de subjetivación de las personas adolescentes, y por otro lado, atender al entorno social, desarrollando políticas que permitan visibilizar y tomar distancia crítica respecto a los mecanismos de trasmisión patriarcales y discriminatorios de la diversidad existente en el ámbito de las identidades sexuadas.