Riesgo cardiovascular residual de origen lipídico. Componentes y aspectos fisiopatológicos

  1. Hernández-Mijares, Antonio
  2. Ascaso, Juan F.
  3. Blasco, Mariano
  4. Brea, Ángel
  5. Díaz, Ángel
  6. Mantilla, Teresa
  7. Pedro-Botet, Juan
  8. Pintó, Xavier
  9. Millán, Jesús
Revista:
Clínica e investigación en arteriosclerosis

ISSN: 0214-9168 1578-1879

Año de publicación: 2019

Volumen: 31

Número: 2

Páginas: 75-88

Tipo: Artículo

DOI: 10.1016/J.ARTERI.2018.06.007 DIALNET GOOGLE SCHOLAR

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Resumen

Es indudable la relación del cLDL y el riesgo cardiovascular, así como de los beneficios del tratamiento con estatinas. Una vez conseguido el objetivo de cLDL, son notables las evidencias que demuestran la persistencia de un elevado riesgo cardiovascular, concepto denominado riesgo residual. El riesgo residual de origen lipídico se fundamenta en la dislipidemia aterogénica, caracterizada por un aumento de triglicéridos y de las lipoproteínas ricas en triglicéridos, un descenso del cHDL y alteraciones cualitativas de las partículas LDL. Las medidas más utilizadas para identificar esta dislipidemia se basan en la determinación de colesterol total, triglicéridos, HDL, colesterol no HDL y colesterol remanente, además de las apolipoproteínas B100 y la lipoproteína(a) en determinados casos. El tratamiento de la dislipidemia aterogénica se basa en la pérdida de peso y ejercicio físico. En cuanto al tratamiento farmacológico, no tenemos evidencia del beneficio cardiovascular con los fármacos dirigidos al descenso de triglicéridos y cHDL; el fenofibrato parece tener eficacia en situaciones de dislipidemia aterogénica.