Las personificaciones (?ub’aahil ?a? n) de seres sobrenaturales entre los mayas de tierras bajas del clásico

Resumen

Se analiza el ritual de personificación entre los mayas del Clásico (250-900 d.C.) de las Tierras Bajas, en las inscripciones jeroglíficas donde se encontró la cláusula que identifica a este ritual: ?ub¿aahil ?a?n. Se analizaron los textos jeroglíficos para identificar el contexto de los diversos rituales, ritos y eventos donde se practicó la personificación. Se incorporó un estudio iconográfico para identificar a las entidades personificadas, y un análisis lingüístico sobre inalienabilidad. Se realizó un estudio comparativo entre las personificaciones mayas y del Centro de México. Los objetivos principales fueron: 1) Profundizar en el ritual de personificación, como manifestación religiosa y política, para comprender su sentido, sus expresiones e importancia dentro de la religión y política maya. 2) Comprender las relaciones que se dieron entre los seres sobrenaturales y los personificadores. 3) Profundizar en la naturaleza e identidad de los seres personificados, muchos de ellos desconocidos en el panteón religioso, para ordenarlos y clasificarlos en éste, contribuyendo a un mayor entendimiento de los seres que poblaron el anecúmeno maya. Los principales resultados fueron: 1) La personificación fue un ritual establecido tras la llegada de los teotihuacanos al área maya, originándose con él la concepción de una monarquía sagrada o divina: una teocracia. El ritual se sustentó con la legitimidad dinástica proporcionada por los vínculos con Teotihuacan. Los reyes fueron los principales ejecutores de este ritual, si bien, hubo ciertos nobles que intentaron emularlo. 2) Las más de 30 ciudades que celebraron este ritual explican la variedad de eventos políticos y rituales con los que se asoció. Destacan tres rituales y dos ritos que se celebraron vinculados con la personificación: I) Rituales de fuego:a)entrada del fuego,b)secuencia de fuego.Las personificaciones asociadas con éstos se realizaron en el siglo VIII para encarnar a las entidades veneradas a través de esos rituales. II) Rituales de fin de periodo y dedicación de monumentos.Se celebraron entre los años 435 y 780,en 12 ciudades.Algunas personificaciones de seres sobrenaturales correspondieron a estelas y monumentos,lo que indica la idea de personificar a los seres venerados (algunos monumentos dedicados).Estos seres se asociaron con fechas concretas del calendario,fines de período;con el tiempo. Copán fue la ciudad que más vinculó a los monumentos con entidades regentes de un periodo. Esta percepción se asoció, a través de la personificación, con la manifestación de otras entidades que se encarnaron en el cuerpo del gobernante: el rey se convertía en un ser del anecúmeno para estar en la misma jerarquía sobrenatural que los seres que invocaba para que alojaran los monumentos dedicados. III) Rituales de conjuro. Yaxchilán fue la única ciudad que los registró epigráficamente asociados con personificaciones. Los conjuros: 1) sirvieron para invocar a las entidades que se personificarían; 2) se realizaron después de la personificación, invocando a otras entidades para ejecutar con ellas rituales necrománticos. IV) Ritos: a) de esparcimiento (chok), b) de penitencia y/o autosangramiento (ch¿ahb¿ ?ak¿ab¿). Tanto los últimos y algunos de los primeros se vincularon con sangramientos y personificaciones. Casi todos los ritos de esparcimiento se realizaron en contexto necromántico. Los ritos de sangramiento eran necesarios para ejecutar estos rituales mágicos. Se estableció un modelo de jerarquización y clasificación sobrenatural de las entidades personificadas, para ordenarlas en el panteón religioso maya.Este modelo debe contrastarse con futuros ejemplos donde se incluyan las entidades que no se personificaron,para ver si funciona su aplicación. Se concluyó que el ritual de personificación era una posesión divina enmarcada dentro de un ritual mágico,ya que sólo podían realizarla los magos,quienes a través de ese ritual se convertían en hombres-dioses,en dioses vivientes.